28 personas a bordo

Mueren 28 personas al estrellarse un avión regional de pasajeros en el Extremo Oriente de Rusia

El aparato, un bimotor turbohélice, se precipitó poco antes de aterrizar en Palana, un pequeño asentamiento en el norte de Kamchatka, entre desfavorables condiciones atmosféricas

Un avión ruso AN-26

Un avión ruso AN-26 / ARCHIVO

Marc Marginedas

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Un total de 28 personas, entre pasajeros y tripulantes, han perdido la vida este martes al estrellarse en avión el el que viajaban poco antes de aterrizar en un aeropuerto regional de la península de Kamchatka, en el Extremo Oriente de Rusia. El aparato, un Antonov An-26 propulsado por turbohélices, cubría la ruta entre Petropavlovsk de Kamchatka, la capital regional, y el pequeño asentamiento de Palana, al norte de esa fría y despoblada península. Hace nueve años, otro aparato también fabricado por la empresa Antonov y que cubría la misma ruta también colisionó, pereciendo todos excepto cuatro de las personas que viajaban a bordo.

La agencia Ria Nóvosti, citando a fuentes próximas de la investigación, ha citado las tres posibles causas del siniestro: "la meteorología adversa, un fallo técnico del avión o un error humano cometido por los pilotos". Los equipos de rescate encontraron los restos del aparato a unos nueve kilómetros del aeropuerto de destino. Algunos trozos de fuselaje llegaron a caer en el cercano mar de Okhotsk. La mayoría de los pasajeros era originaria de Palana, un pequeño y aislado asentamiento de apenas 3.000 habitantes en el norte de Kamchatka. La citada península comprende un territorio de tamaño similar a la isla de Gran Bretaña, aunque con una población equivalente a la de la ciudad de Córdoba.

El avión siniestrado pertenecía a Petropavlovsk-Kamchatski Air Enterprise, una compañía aérea regional local, y llevaba en servicio desde 1982. El An-26 es un modelo que dejó de producirse en los años 80 por la industria aeronáutica soviética, y podía ser destinado tanto a uso civil como militar. Su fiabilidad entre los pilotos es escasa, como lo prueba el elevado número de accidentes en los que se ha visto envuelto en los últimos años. Sin ir más lejos, el pasado mes de marzo perdieron cuatro personas en Kazajistán debido a un accidente con el mismo tipo de avión. En septiembre pasado fueron 26 personas, la mayoría alumnos de una escuela militar en Kharkov (Ucrania) las que fallecieron debido a otro accidente con un An-26. En el 2018 este mismo modelo de avión cayó al suelo durante el aterrizaje en la base aérea de Hmeimin, en Siria, dejando la vida un total de 39 militares.

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Rusia ha mejorado sustancialmente la seguridad de la navegación aérea en el interior de sus fronteras en los últimos años. Sin embargo, en las regiones remotas o en el Ejército, los incidentes y las tragedias se repiten con mayor frecuencia que en los países de Europa Occidental. El Comité de Investigación, órgano de funciones similares en Rusia a las de una fiscalía europea, ya ha formado una comisión de investigación, ha incautado de las oficinas de la aerolínea toda la información referente al vuelo, ha tomado muestras del combustible y ha iniciado pesquisas judiciales por "violación de las reglas de transporte.