Clima extremo

Más de 200 fallecidos y decenas de hospitalizados por la ola de calor que asfixia el oeste de Canadá y EEUU

La localidad de Lytton, en la provincia de Columbia Británica, marca de nuevo un récord canadiense con 49,6 grados

Biden destaca el impacto del cambio climático en la peligrosa confluencia de altas temperaturas, sequía e incendios

Una madre y su hija corren entre aspersores para tratar de vencer el calor en un parque.

Una madre y su hija corren entre aspersores para tratar de vencer el calor en un parque. / Jeff Mcintosh/The Canadian Press / DPA

Idoya Noain

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La histórica ola de calor que asfixia el noroeste de Norteamérica y que ha disparado los termómetros a niveles más propios de Oriente Medio está teniendo también un devastador coste humano. En la provincia de la Columbia Británica en Canadá se han registrado ya cerca de 140 muertes en las que las altas temperaturas se consideran causa principal o factor contribuyente. Este miércoles Oregón, uno de los dos estados del oeste de Estados Unidos más oprimidos bajo esta cúpula de calor de una intensidad y extensión inéditas en la región, vinculaba a las temperaturas extremas 63 muertes y en el vecino Washington son al menos seis los fallecidos.

Es una letalidad que está afectando sobre todo a personas mayores o con problemas médicos previos y las autoridades advierten que se elevarán aún más las cifras de decesos, a las que se suman además decenas de visitas a emergencias e ingresos hospitalarios. En Oregón muchos de los fallecidos fueron encontrados solos en sus casas y sin aire acondicionado.

Conforme la localidad canadiense de Lytton batía de nuevo los récords históricos de Canadá con una temperatura que el martes alcanzó los 49,6 grados centígrados, las autoridades mostraban alerta ante “la preocupante escalada de muertes súbitas en la ola de calor”.

Si en un periodo normal de cuatro días la oficina forense de la provincia recibe 130 informes de fallecimientos, solo entre el viernes y el martes tuvieron 233. Vancouver ya ha informado de al menos 65 llamadas sobre muertes súbitas desde el viernes, incluyendo 20 el martes. Mientras, la Policía Montada de Canadá (RCMP) reportó 35 de esas llamadas en Burnaby y 38 en Surrey.

Los servicios de respuestas de emergencia están abrumados y las esperas de ambulancias en algunos casos se prolongan horas, una realidad que han reconocido fuerzas como la policía de Vancouver, que ha pedido que solo se llame a su número para emergencias y ha reconocido que los tiempos de respuesta sufren “severos retrasos”. Y entre los mensajes de las autoridades está también el recordatorio que lanzaba el cabo Mike Kalanj, portavoz de la RCMP: “es imperativo que nos cuidemos unos a otros durante este calor extremo”.

Biden y el cambio climático

La ola de calor ha tenido también protagonismo en una reunión organizada este miércoles por Joe Biden en la Casa Blanca con miembros de su Administración, gobernadores y representantes del sector privado. Aunque el foco principal del encuentro estaba puesto en mejorar la respuesta federal a los incendios (con medidas como subir el sueldo mínimo a los bomberos), el mandatario ha reconocido que estos son inextricables a otros factores como la histórica sequía que asola el oeste o las temperaturas extremas.

“La ola de calor que estamos viendo en el oeste no solo amplifica el riesgo de incendios sino que es un riesgo en sí misma”, ha dicho Biden, que ha asegurado que “el cambio climático está impulsando la peligrosa confluencia” en la que se unen “el calor extremo, la sequía prolongada y fuegos de más intensidad que se mueven a más velocidad”.