Tragedia en Florida

Con 159 desaparecidos, la búsqueda se hace frenética entre los escombros del edificio derruido en Florida

El número oficial de muertos se eleva a cuatro y el gobernador declara la emergencia que garantiza ayuda federal

Aunque las causas tardarán en conocerse, los ingenieros marcan potenciales factores como hundimiento o erosión

Al menos 99 desaparecidos tras derrumbe en Miami-Dade

Idoya Noain

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Frenética contra el reloj. Asida a una esperanza que languidece pero resiste enmarañada con la angustia entre la montaña de cemento y hierros de 13 plantas colapsadas. Así es la mastodóntica misión de búsqueda y rescate que proseguía este viernes en Surfside, la pequeña localidad al norte de Miami Beach donde el inexplicable o cuando menos por ahora inexplicado derrumbe de una parte de un edificio de viviendas ha hecho temblar los cimientos de la vida acomodada a orillas del Atlántico en el sur de Florida.

El número de fallecidos en la tragedia se elevaba al arrancar el día oficialmente a cuatro muertos, pero también crecía la cifra de residentes u ocupantes de la Champlain Towers South no localizados. Son ya 159, aunque las autoridades insisten en que es un número “fluido”.

 La alcaldesa del condado de Miami-Dade, Daniella Levine Cava, se aferraba a la esperanza y destacaba la “muy buena noticia” de que se conozca el paradero de 120 de los residentes, incluyendo 55 que fueron rescatados de apartamentos que no se hundieron y dos más a los que se sacó de los escombros. Pero el horror se gestó en la parte de la torre encarada al océano, cuando 55 de las residencias se desplomaron sobre sí mismas algo antes de la 1.30 de la madrugada del jueves, cuando muchos dormían acunados por el sonido de las olas y “lo impensable” sucedió.

Declaración de emergencia

Mientras familias y amigos esperan desesperadamente noticias, que alguno de los desaparecidos aparezca diciendo que no estaba allí, que los equipos de expertos y los perros y los sonares localicen una señal de vida, que impacte la ayuda federal que se pone en marcha tras la declaración de emergencia del gobernador Ron DeSantis, las preguntas se acumulan. Y no hay respuestas, solo elucubraciones, teorías y muchas, muchas preguntas.

 “No ves edificios cayendo en Estados Unidos, no sucede, es menos probable que el impacto de un rayo”, recordaba incrédulo a la prensa Charles Burkett, el alcalde de Surfside. Pero lo improbable ha sucedido, sacudiendo no solo a esta localidad de 5.600 habitantes con una importante comunidad judía y de latinoamericanos, que son buena parte de los no localizados, sino a toda esta zona que robó espacio a los humedales para construir el sueño del estado donde brilla el sol.

Las respuestas tardarán semanas, si no meses, en llegar. Pero son necesarias, porque como ha recordado también otra responsable política de Surfside, la comisionada Eliana Salzhauer, “esto no fue un acto de dios, no fue un desastre natural”.

Por ahora varios expertos en ingeniería consultados por medios estadounidenses apuntan a varios factores que potencialmente pudieron influir en el siniestro, incluyendo la posibilidad de que el agua salada haya corroído el cemento y haya debilitado las vigas que mantenían la estructura en un fenómeno que se conoce como “astillado del hormigón“. Y se está prestando especial atención a un estudio publicado en abril del año pasado por la Florida International University, que detectó en un análisis comparativo de subsidencia entre Norfolk (en Virginia) y Miami Beach un hundimiento particular en Champlain Towers South, el edificio ahora colapsado, de unos dos milímetros al año entre 1993 y 1999.

“No era significativo, hemos visto mucho más, pero destacaba porque la mayoría del área era estable”, le ha dicho al ‘Miami Herald’ Shimon Wdowinski, profesor del Departamento de Tierra y Medio Ambiente y uno de los coautores del estudio.

 El edificio había sido construido en 1981 y estaba justo en proceso para renovar la certificación, que las leyes locales imponen después de 40 años (y a partir de entonces cada diez años). En declaraciones al 'Herald' Atorod Azizinamini, presidente de la Facultad de Ingeniería de la FUI, ha sugerido que el condado quizá deba replantear los procesos para esas certificaciones, especialmente para estructuras en áreas de costa.

También John Pistorino, ingeniero que ayudó a escribir leyes de seguridad de edificios y de certificación, ha sugerido al diario que “debe haber sido algo específico de esa torre” lo que explique su colapso. “Residentes de condominios estarán frenéticos pero estos edificios están construidos tan fuertes para las condiciones costeras del sur de Florida y los huracanes que esto nunca debería pasar”, ha explicado. Nunca, no obstante, fue el jueves.