Eric Adams toma la ventaja en las primarias demócratas por la alcaldía de Nueva York

Aunque el expolicía negro domina sobre la progresista Wiley y sobre García el nuevo sistema de voto preferencial puede alterar los resultados

El candidato demócrata a la alcaldía de Nueva York Eric Adams

El candidato demócrata a la alcaldía de Nueva York Eric Adams / Michael M. Santiago (AFP)

Idoya Noain

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Como se anticipaba, los neoyorquinos se han acostado sin saber qué demócrata será el candidato a dar el relevo a Bill de Blasio en la alcaldía de Nueva York, aunque Eric Adams, el excapitán de policía de 60 años y presidente del barrio de Brooklyn que era favorito en las encuestas y que se convertiría en el segundo alcalde negro de la ciudad, ha ratificado esa condición.

Cuando se había escrutado el 90% de los votos anticipados y del día escrutados, Adams acumulaba cerca del 31% del sufragio, seguido por la activista negra Maya Wiley (22%), que se ha convertido en la candidata que ha aglutinado el voto progresista, y por Kathryn García (20%), antigua comisionada de saneamiento y respaldada por 'The New York Times'.

El emprendedor y excandidato presidencial Andrew Yang, tras un pobre resultado que le dejaba por debajo del 12%, era el único que este mismo martes anunciaba que tira la toalla, algo que no hacían muchos de los otros nueve candidatos demócratas, pese a porcentajes de voto mucho más bajos. 

Incertidumbre

La incertidumbre está servida y se va a hacer esperar conocer quién gana tras una campaña intensa y no exenta de polémicas, en la que ha tomado un protagonismo fundamental la seguridad y la lucha contra el creciente crimen, además de la recuperación de Nueva York tras la pandemia. Porque la metrópolis no solo tiene un complejo sistema de recuento que da al menos hasta el día 29 para recibir los votos emitidos por correo, que según cálculos de AP podrían ser este año entre el 15 y el 20%, sino que, sobre todo, estrenaba en estas elecciones el sistema de elección por orden preferencial, que impide dar nada por garantizado.

Ese sistema, que aprobaron los propios neoyorquinos y que solo se va a emplear en primarias y elecciones especiales, permite votar hasta a cinco candidatos a la alcaldía clasificándolos por orden de preferencia. Si ninguno logra inicialmente el 50%, como aparentemente sucederá en esta ocasión, se eliminan los votos del candidato que menos votos haya conseguido y se cuenta la siguiente opción de esas papeletas. El proceso se repite hasta que queden solo dos candidatos, incluso aunque antes alguno haya superado la barrera del 50%. De esos dos últimos sale el ganador, y en Nueva York puede no conocerse hasta la semana del 12 de julio.

La ventaja inicial de Adams es clave pero también puede no ser suficiente si el candidato no ha cosechado suficientes apoyos en papeletas lideradas por otros candidatos. Y aunque su campaña de ley y orden y en la que se ha erigido también en representante de la gente corriente ha tenido claro eco entre los neoyorquinos, en las últimas semanas se ha visto salpicada también por tormentas que han puesto en cuestión su ética o incluso si vivía en la ciudad, dejando uno de los momentos surrealistas, cuando llevó a los periodistas a su casa en Brooklyn y les enseñó desde el baño hasta los contenidos de la nevera.

Sea quien sea el ganador, se da casi por sentado que en noviembre será elegido nuevo alcalde. Pese a los mandatos recientes de Rudy Giuliani y Michael Bloomberg la ciudad es abrumadoramente demócrata y se anticipan escasas opciones para Curtis Sliwa, el fundador del grupo de vigilantes Guardian Angels, que se ha impuesto cómodamente en las primarias republicanas al empresario de restauración Fernando Mateo. Sliwa ha dado su discurso de victoria flanqueado por Rudy Giuliani y ha pasado una parte de su discurso defendiendo su populismo y un mensaje de ley y orden sino también hablando de los 15 gatos que tiene rescatados.