Crisis política

El régimen de Ortega detiene a la política opositora y exprimera dama María Fernanda Flores

El presidente nicaragüense ha puesto en marcha una persecución de opositores con el objetivo de perpetuarse en el poder

Daniel Ortega ocupa el poder nicaragüense desde 2007.

Daniel Ortega ocupa el poder nicaragüense desde 2007. / Oswaldo Rivas / Reuters

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La antigua primera dama de Nicaragua María Fernanda Flores Lanzas ha sido detenida por la policía nicaragüense que dirige Francisco Díaz, consuegro del actual presidente del país, Daniel Ortega. La política opositora ha sido acusada de realizar actos que menoscaban la soberanía estatal, tal y como han informado las fuerzas de seguridad. Flores, que "permanece en casa bajo custodia policial" fue destituida como diputada del opositor Partido Liberal Constitucionalista (PLC) el pasado noviembre.

Además de Flores, también ha sido detenido el periodista deportivo Miguel Mendoza. El cronista acostumbra a publicar comentarios políticos críticos con el Gobierno de Ortega en sus redes sociales, donde tiene miles de seguidores. Ambos son investigados "por realizar actos que menoscaban la independencia, la soberanía, y la autodeterminación, incitar a la injerencia extranjera en los asuntos internos, y pedir intervenciones militares".

Asimismo, el periodista Carlos Fernando Chamorro, director del medio de comunicación El Confidencial, ha denunciado este lunes el allanamiento de su vivienda por parte de la policía. Chamorro es hermano de la precandidata presidencial opositora Cristiana Chamorro Barrios. El periodista denunció en sus redes que, además, el Gobierno de Ortega ha asaltado en dos ocasiones la redacción de su medio, cerrándolo ambas veces y robando los equipos.

Próximas elecciones

"Ortega está demostrando que no está dispuesto a jugarse el poder. Él llegó para quedarse y pagará cualquier costo para perpetuarse", ha señalado a la Afp la escritora nicaragüense Gioconda Belli. A solo cinco meses de los comicios han sido detenidas 19 personas, entre líderes políticos, exguerrilleros disidentes, periodistas, empresarios y hasta un banquero, acusados de "incitar a la injerencia extranjera" y "aplaudir sanciones" contra el Gobierno sandinista, en el poder desde 2007. Si bien Ortega no ha formalizado sus intenciones para postular a un cuarto mandato consecutivo, sus rivales lo dan por descontado.

Las principales víctimas de sus detenciones están siendo los políticos contrarios a él. En concreto, en las últimas semanas, las autoridades nicaragüenses han detenido e iniciado procesos penales contra los cuatro principales candidatos presidenciales de la oposición: Cristiana Chamorro, Arturo Cruz, Félix Maradiaga y Juan Sebastián Chamorro García, a los que se sumó en la noche del domingo un quinto, Miguel Mora. La vicepresidenta del país y esposa de Ortega ha asegurado que solo quienes cometen delitos son "perseguidos".

Aunque las acciones del Gobierno de Ortega, que en el pasado fue uno de los dirigentes de la exguerrilla de izquierda Frente Sandinista para la Liberación Nacional (FSLN), han motivado sanciones de la comunidad internacional por socavar la democracia y atentar contra los derechos humanos. Human Rights Watch (HRW) ha instado la ONU a tomar un papel más activo ante la "campaña de violencia y represión" que está llevando a cabo el presidente Ortega conta la oposición. HRW ha pedido llevar el tema al Consejo de Seguridad, argumentando un peligro de inestabilidad en la región.

Por su parte, varios países latinoamericanos han mostrado preocupación por los hechos que están sucediendo en el país, pero la mayoría prefiera guardar distancias.