Primarias demócratas en la Gran Manzana

Adams, García y Wiley: pelea a tres por la alcaldía de Nueva York

El presidente del barrio de Brooklyn, una comisionada de saneamiento y una abogada de derechos civiles se disputan este martes dar el relevo al alcalde Bill de Blasio

Mayoral Candidate Eric Adams Receives Endorsements In Harlem

Mayoral Candidate Eric Adams Receives Endorsements In Harlem / Michael M. Santiago

Idoya Noain

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Se dice que el de alcalde de Nueva York es "el segundo trabajo más duro en Estados Unidos" tras el de presidente. La frase se acuñó cuando Fiorello LaGuardia cogía el timón de una ciudad que salía de la Gran Depresión y parece apropiada para definir un reto que resurge ahora que la metrópolis trata de recuperarse de la peor pandemia en un siglo. Cómo y quién lo hará se determinará a partir de este martes, cuando se celebran unas primarias que representan además el mayor experimento en EEUU del sistema de voto por orden preferencial.

El ganador puede tardar en conocerse, quizá no se sepa hasta entrado julio, pero lo que se da por seguro es que el demócrata que se imponga (aunque hay un duelo entre dos republicanos también) ganará en noviembre en las urnas para dar el relevo a Bill de Blasio tras sus ocho años en el Ayuntamiento. Y aunque hay 13 candidatos, tres dominan las escasas encuestas.

El favorito es Eric Adams, presidente del barrio de Brooklyn y antiguo policía, que está conectando la recuperación económica de Nueva York con la seguridad pública, el tema que según los sondeos centra las preocupaciones del electorado. Negro y antes republicano, hijo de un carnicero y una limpiadora de hogar que en la adolescencia fue golpeado por policía y luego acabó poniéndose el uniforme y llegando a capitán, ofrece un mensaje de mano dura y ley y orden. Y ese choca frontalmente con el electorado más joven y progresista, pero resuena entre los más mayores, uno de los bloques más fiables a la hora de ir a las urnas. Eso es clave en las primarias municipales neoyorquinas, en las que los índices de participación son irrisorios y han rondado el 20% en los últimos años (en las del 2013, las últimas disputadas, los mayores de 45 representaron el 63% del electorado).

El techo de cristal

Le pisan los talones las que podrían convertirse en primeras alcaldesas de Nueva York. Una es Kathryn García, que fue comisionada de saneamiento hasta septiembre y contrapone cierta falta de carisma con el firme apoyo en un perfil de gestión competente, uno que le ha permitido ir escalando y logrando respaldos como el de 'The New York Times' o 'The Daily News'.

 La otra, lejos del perfil moderado de Adams y García, es Maya Wiley, abogada negra de derechos civiles que también trabajó para De Blasio. Tras el descalabro de la campaña de la activista afrolatina Dianne Morales y las acusaciones de acoso sexual que han ensombrecido las opciones del contralor municipal Scott Stringer, la suya se ha convertido en la candidatura que aglutina las esperanzas del ala progresista y los apoyos de figuras destacadas de ese ala como Alexandria Ocasio-Cortez, Elizabeth Warren o Jamaal Bowman, aunque la verdadera esperanza de los progresistas en Nueva York está esta vez en el Consejo Municipal, un poderoso órgano que se renueva plenamente en noviembre y donde dos tercios de los integrantes que saldrán de estas primarias serán savia nueva.

De la ecuación no se puede sacar completamente al emprendedor Andrew Yang, pero un candidato que empezó subido a la ola de la fama que le dio su lucha en las primarias presidenciales e impulsado por un mensaje de optimismo y esperanza se ha ido quedando a la deriva. Lo ha hecho no solo por lo que se percibe como un desconocimiento de la ciudad y su gobierno, o al conocerse detalles como que nunca votó en elecciones municipales, sino especialmente cuando la seguridad pública se ha vuelto eje central de la campaña y le ha forzado a redirigir su mensaje, un empeño en el que no está teniendo demasiado éxito.