Proyecto en Budapest
Oposición en Hungría al desembarco de una universidad china
Orbán anuncia un referéndum sobre la construcción en Budapest de un campus de la Universidad china de Fudan tras una manifestación en contra de los planes del Gobierno
La oposición recela de los vínculos entre las autoridades húngaras y el régimen de Pekín, que se han intensificado, y teme que Hungría siga alejándose de los valores occidentales
El primer ministro húngaro, Viktor Orbán, ha anunciado este domingo su intención de apoyar la celebración de un referéndum sobre la construcción en Budapest de un campus de la Universidad de Fudan, una institución china, después de una multitudinaria manifestación contra el proyecto celebrada el sábado. En los últimos años, los vínculos de Hungría con el régimen comunista de Pekín se han intensificado, provocando inquietud en distintos estamentos sociales.
"Si se conocen las condiciones de la inversión, la gente de Budapest podrá decidir en referéndum si quieren la Universidad de Fudan", ha explicado un portavoz de Orbán, Gergely Gulyás, citado por la prensa húngara. Gulyás ha destacado además que no existe un "caso Fudan" puesto que no hay un proyecto como tal en tramitación.
"No tenemos que declarar nuestra fidelidad a Occidente porque estamos en la OTAN y la UE, a pesar de nuestros debates internos, y son nuestros aliados", ha argumentado. "Estamos felices de que la Guerra Fría haya terminado. Formamos parte del sistema de alianzas occidental, pero también aspiramos a mantener relaciones justas con las principales potencias mundiales, incluidas Rusia y China", ha apuntado.
Gulyás ha acusado al Ayuntamiento de Budapest de haber convertido este tema en una "cuestión política" pese a tratarse de "una de las universidades más prestigiosas del mundo". "La Universidad de Fudan es la 34ª mejor del mundo y la construcción de un campus en Budapest es bueno para Hungría, bueno para China y bueno para la comunidad", ha remachado.
La oposición ha convertido esta cuestión en un asunto de campaña, en particular por el uso de fondos públicos para la construcción, en lo que sería una muestra de la deriva de Orbán alejándose de valores occidentales.
Miles de personas se manifestaron el sábado en Budapest para expresar su rechazo al proyecto, liderados por el alcalde de la ciudad, Gergely Karacsony, favorito para encabezar una candidatura unitaria de la oposición con vistas a las elecciones de 2022.
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