Desde Rusia

La mayor productora de carne cierra sus plantas en EEUU, Canadá y Australia por un ciberataque desde Rusia

Washington sostiene que el ataque procede de Rusia, y transmite a Moscú el mensaje de que "los estados responsables no albergan a criminales informáticos"

Pese al nuevo incidente informático, la Casa Blanca mantiene la cumbre entre Biden y Putin porque "no existe sustituto" a los encuentros cara a cara entre ambos mandatarios.

Carne almacenada.

Carne almacenada. / Archivo

Marc Marginedas

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A dos semanas de la trascendental cumbre de Ginebra entre los presidentes de EEUU, Joe Biden, y Rusia, Vladímir Putin, se van acumulando en la carpeta los agravios bilaterales y los motivos de fricción entre los dos países. JBS, el gigante de la alimentación con sede en Brasil, ha informado al Gobierno estadounidense que estaba siendo objeto de un ataque informático con exigencia de recompensa por parte de un grupo de piratas criminales con sede en Rusia, lo que le ha obligado a cerrar plantas en EEUU, Canadá y Australia. Tanto Washington como Moscú han confirmado que se hallaban en contacto para tratar el incidente, que sucede apenas unas semanas después de que la empresa Colonial Pipeline, la principal operadora norteamericana de oleoductos, sufriera un asalto similar también por parte de un grupo radicado en territorio ruso.

"La Casa Blanca está tratando directamente en este asunto con el Gobierno ruso y está transmitiendo el mensaje de que los estados responsables no albergan a criminales de secuestro de datos", ha informado Karine Jean-Pierre, subsecretaria de prensa de la presidencia de EEUU, en declaraciones recogidas por 'The Hill'. En Moscú, las autoridades rusas, por boca del número dos del Ministerio de Exteriores, Serguéi Ryabkov, se han limitado a confirmar la existencia de las conversaciones con los responsables norteamericanos, aunque sin añadir comentario alguno, según informa Interfax.

El ataque a JBS se inició durante el fin de semana, y se esperaba que a lo largo de este miércoles, las cosas volvieran a la normalidad progresivamente. "Nuestros sistemas están volviendo a estar en línea y no vamos a escatimar recursos", ha informado André Nogueira, al frente de la filial estadounidense. La empresa ha proporcionado datos limitados sobre el impacto del incidente, aunque se sabe ya que ha provocado la paralización de las actividades en Australia y el envío de 10.000 trabajadores a casa sin paga, además del cierre de varias plantas en EEUU.

Amplio historial delictivo

El grupo de piratas informático responsable del ataque se denomina REvil, Ransomware Evil o Sodinokibi. Se supone que se hallan en Rusia o en el territorio de la antigua URSS porque hasta el momento se han abstenido de atacar objetivos rusos. Entre sus golpes más osados, se encuentra el robo de información de la firma de abogados Grubman, Shire, Meiselas & Sacks y una extorsión al expresidente Donald Trump, exigiéndole 42 millones de dólares a cambio de no difundir información confidencial sobre sus negocios.

Según asegura Graham Cluley, un reconocido bloguero británico especializado en temas de ciberseguridad, en un artículo publicado en la plataforma especializada 'The State of Security', REvil "se ha granjeado la reputación de hacer extorsión exigiendo cantidades mucho más elevadas a sus víctimas corporativas de lo que se ve típicamente en otros ataques". Además, mantiene una lista, bajo el epígrafe de 'Happy Blog', donde incluye a quienes se niegan a iniciar negociaciones y donde "amenaza con publicar datos robados, ofreciéndolos a subasta" si la demanda de un rescate "no se satisface", destaca Cluley.

Sea como fuere, este nuevo incidente permite augurar un encuentro de alto voltaje entre los presidentes de EEUU y Rusia en la ciudad suiza, en el que abundarán las recriminaciones mutuas y habrá escaso espacio para el consenso. Pese al ataque informático, la Casa Blanca ya ha adelantado que no se plantea suspender la cita. "No hay un sustituto para las conversaciones directas; es importante para el presidente Biden sentarse cara a cara con el presidente Putin para que sepan donde estamos nosotros, donde se encuentran ellos", ha enfatizado la portavoz Jean-Pierre.