Iniciativa de oenegés

Una ruta turística por la Lisboa corrupta

Las organizaciones Transparencia e Integridad y Frente Cívica organizan un recorrido por los escenarios de la 'operación Marqués', el proceso judicial que ha sentado en el banquillo al exprimer ministro José Sócrates

La presidenta de Transparencia e Integridad, Susana Coroado, da explicaciones a los asistentes frente al antiguo apartamento del exprimer ministro José Sócrates, en Lisboa.

La presidenta de Transparencia e Integridad, Susana Coroado, da explicaciones a los asistentes frente al antiguo apartamento del exprimer ministro José Sócrates, en Lisboa. / LUCAS FONT

Lucas Font

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Es sábado por la mañana y apenas hay movimiento frente a la sede de la antigua Portugal Telecom (PT), la empresa de comunicaciones más importante del país. En la puerta de este gran edificio de color carne, un pequeño grupo de personas se arremolinan alrededor de João Paulo Batalha, uno de los guías de esta ruta que, a diferencia del resto de recorridos por Lisboa, no pretende remarcar la belleza arquitectónica de la ciudad o la grandeza del fado, sino poner luz sobre uno de los procesos judiciales más mediáticos de los últimos años: la operación Marqués, una investigación que ha llevado a la imputación del exprimer ministro José Sócrates por blanqueo de capitales y falsificación de documentos.

Ataviado con una mochila, sombrero de esparto y una botella de agua para el camino, Batalha comienza su explicación frente a una decena de personas de entre 30 y 70 años. “Este fue uno de los escenarios donde Ricardo Salgado, uno de los mayores accionistas de PT, consiguió influir sobre el entonces primer ministro Sócrates para evitar una OPA que acabaría con su poder dentro de la empresa”, explica Batalha. El juez de instrucción del caso descartó esta presunta corrupción de Sócrates, que habría recibido grandes cantidades de dinero a cambio de su intervención, aunque el caso sigue pendiente del recurso de la Fiscalía.

Lucha por la transparencia

Luis Serrenho, un hombre de pelo canoso y de unos sesenta años, escucha las explicaciones de Batalha con atención. “Estas iniciativas son muy positivas para dar a conocer los casos de corrupción que hay en el país, que por desgracia son muchos”, explica Serrenho, quien asegura haber participado como soldado en la Revolución de los Claveles, el movimiento pacífico que acabó con la dictadura salazarista en 1974. “Desde entonces estoy comprometido en la lucha por la transparencia de nuestras instituciones y por el fin de los privilegios de nuestros gobernantes”.

—¿Y cree que Sócrates terminará en prisión?

—Va a ser difícil porque la justicia es muy lenta. Ha habido otros casos en los que los acusados se han librado de la cárcel alegando motivos de salud o interponiendo recursos interminables, siempre tienen herramientas para esquivar las sentencias. 

La comitiva se detiene frente a un despacho de abogados y frente al antiguo apartamento de Sócrates —que fue requisado por el juez durante la investigación— antes de hacer una última parada frente a la sede del antiguo Banco Espírito Santo. La entidad estuvo presidida hasta 2014 por Salgado, miembro de la familia Espírito Santo —se ganó el sobrenombre de ‘dono disto tudo’ (el dueño de todo esto, en portugués)— y que ha sido señalado por la Fiscalía como el mayor corruptor de Sócrates.

Evitar la impunidad

Paulo Morais, presidente de la organización Frente Cívica, toma la palabra frente a la fachada del edificio. “La connivencia entre la familia Espirito Santo y el poder político existe desde la dictadura de Salazar. Pero a diferencia de entonces, en los últimos años los Espirito Santo han sido incluso más poderosos que el propio Gobierno”, asegura Morais con un gesto de indignación.

La emoción invade a Ana Moreno, una de las asistentes, quien hace un llamamiento a los presentes antes de finalizar el recorrido. “Tenemos que levantarnos y actuar para que estas corruptelas no queden impunes. La organización de eventos como este es muy importante para mostrarnos cómo ha funcionado el poder en los últimos años en Portugal, aunque a veces podamos sentirnos impotentes porque no se hace justicia”. De los 31 delitos de los que Sócrates estaba acusado, el juez solo ha mantenido seis, a la espera de lo que decida el Tribunal de Apelación sobre los recursos.   

A pesar del llamamiento de Moreno, la organización todavía no ha fijado fecha para el próximo recorrido. “Solemos aprovechar los momentos en los que se habla más del caso en los medios de comunicación para hacer las convocatorias porque la gente está más interesada”, señala Susana Coroado, presidenta de Transparencia e Integridad, una vez concluida la ruta. El objetivo de los organizadores es tratar otros casos en el futuro, como el que investiga a Isabel dos Santos, la hija del expresidente angoleño José Eduardo dos Santos, por desviar dinero del Estado de Angola a paraísos fiscales.

—¿Ven los apartamentos que hay detrás suyo? —pregunta Batalha antes de despedirse—. Uno de ellos es de Cristiano Ronaldo y el Ayuntamiento lo está investigando por hacer unas obras ilegales. Quien sabe, quizás más adelante también hacemos un recorrido sobre él.

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