En todo el país

Multitudinarias protestas en Brasil contra Jair Bolsonaro

Las manifestaciones se realizaron en decenas de ciudades y fueron convocadas por movimientos sociales, sindicalistas y simpatizantes de partidos de izquierda

La protesta busca a su vez respaldar a la comisión parlamentaria que investiga el papel del Gobierno de ultraderecha durante la crisis sanitaria

Abel Gilbert

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"Fuera (Jair) Bolsonaro". El grito se escuchó en las calles de unas 200 ciudades brasileñas por primera vez desde el comienzo de la pandemia, en marzo de 2020. Movimientos sociales, entre ellos Pueblo Sin Miedo y Coalición Negra por los Derechos, dirigentes sindicales y simpatizantes de los partidos de izquierda abandonaron la protesta virtual y las caceroladas para, esta vez, darle un impulso mayor a la protesta contra el Gobierno de ultraderecha de Brasil. Los principales actos tuvieron lugar en San Pablo, Río de Janeiro, Salvador, Belo Horizonte y Recife, donde la marcha terminó con enfrentamientos con la Policía Militar.

El inorgánico frente opositor a Bolsonaro por primera vez desatendió el sentido común de quedarse en las casas para evitar los contagios. La movilización ha tenido lugar en momentos que se teme una tercera ola del covid-19 que ya ha costado la vida de casi 460.000 personas y ha infectado unos 16,5 millones. En la actualidad, las capitales de nueve estados y Brasilia, el distrito federal, tienen una ocupación superior al 90% de las camas de las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI).

"Derrotar a Bolsonaro es un tema de salud pública", dijo Guilherme Boulos, uno de los líderes del PSOL (izuierda) y coordinador de la manifestación en la capital paulista. "Toda la gente ha venido con su mascarilla. No hay comparación entre esta manifestación y las promovidas por Bolsonaro, que se basan en el negacionismo de la pandemia".

La decisión de ganar el espacio público que, durante los meses de confinamiento pareció ser un lugar exclusivo del bolsonarismo radical, ha buscado no solo erosionar la figura del capitán retirado. Se trató, además, de una demostración de apoyo a la comisión parlamentaria que investiga el desempeño del Gobierno durante la crisis sanitaria. La protesta busca crear mejores condiciones para la realización de un juicio político contra Bolsonaro. Ese horizonte por ahora se muestra lejano.

El factor Lula

De acuerdo con Igor Gielow, columnista de Folha de Sao Paulo, las movilizaciones han abierto "otra grieta en el dique del Palacio Planalto (sede del Ejecutivo), ya bastante sacudido por una sucesión de problemas derivados del trabajo de la comisión parlamentaria sobre el covid-19”. Los actos, añadió, "fueron expresiones inequívocas" de la estrategia del ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva de cara a las elecciones de 2022.

No todos los que salieron a gritar "Fuera Bolsonaro" simpatizan necesariamente con el líder del Partido de los Trabajadores (PT). Pero, para los analistas, hay dos datos evidentes: de un lado, el rechazo a la figura de Bolsonaro es en la actualidad del 54%, según la consultora Datafolha. Otra encuesta, conocida días atrás, da cuenta de que Lula vencería al actual mandatario en una eventual segunda vuelta por una distancia de 23 puntos.

Lula ha recuperado sus derechos políticos después de un fallo del Tribunal Supremo que anuló las condenas que lo llevaron a estar en prisión más de un año. Bolsonaro ha reaccionado con estupor ante un posible escenario de derrota electoral. "Sepan que una mala elección puede llevar al pueblo a la desgracia", advirtió días atrás. Dijo a su vez que, si Lula gana, Brasil tendrá el mismo destino que Argentina o, peor, Venezuela. "No queremos eso para nosotros, pero va a depender de lo que ustedes elijan en 2022". La hoja de ruta de Lula se dirige hacia la moderación y por eso busca entendimientos con ex adversarios, como el ex presidente Fernando Henrique Cardoso y otros dirigentes inclinados hacia el centro. Lo que se necesita, ha repetido Lula, es un gran frente electoral para evitar la reelección de Bolsonaro.