Represión política

El editor hongkonés Jimmi Lai, condenado a otros 14 meses por participar en una asamblea ilegal

La jueza condena también a otros destacados dirigentes políticos críticos con los gobiernos de Pekín y Hong Kong

Jimmy Lai, en una imagen de archivo.

Jimmy Lai, en una imagen de archivo.

Adrián Foncillas

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La justicia hongkonesa sigue castigando a activistas y políticos antigubernamentales. El editor Jimmy Lai y otros conspicuos miembros del movimiento han sido condenados este viernes a nuevas penas de prisión por participar y organizar manifestaciones masivas en aquellos turbulentos meses que empujaron a la excolonia al abismo.

Lai cumplirá 14 meses de cárcel por su rol en un acto ilegal en octubre de 2019, que coincidió con la celebración del Día Nacional, mientras sus compañeros de banquillo han sido condenados a penas de entre 14 y 18 meses. El editor del 'Apple Daily', uno de los diarios más populares y críticos con los gobiernos de Pekín y Hong Kong, recibió la noticia en la cárcel, donde cumple otra pena de 14 meses por su participación en manifestaciones similares.

La nómina de condenados incluye a pesos pesados de la disidencia como Sin Chung-kai y Albert Ho, exparlamentarios del Partido Democrático; Lee Cheuk-yan y Cyd Ho, del Partido Laborista, el viejo e iconoclasta activista Leung Kwok-hong o 'Pelo Largo' y su excompañero en las filas del partido socialdemócrata, Avery Ng.

Disturbios violentos

La sentencia de esta mañana no era para muchos la primera ni es probable que sea la última. Los acusados se habían declarado culpables del delito de organizar una asamblea ilegal pero intentaron separarse durante el proceso de la violencia que estalló. La jueza Amanda Woodcock ha aludido a aquellos gravísimos disturbios cotidianos para rebatir su alegada ignorancia sobre el desenlace. "Pidieron una marcha pacífica, racional y sin violencia, pero era necesario ser muy ingenuo y poco realista si consideramos que cada día ocurría lo contrario", ha sentenciado. "Las acciones tienen consecuencias, con independencia de quién las cometa", ha añadido. Tampoco ha considerado que quepa la desobediencia civil que alegaban los acusados en un marco de violencia desatada. En aquella jornada, una de las más fragorosas de la temporada de protestas, abundaron los cócteles molotov, los incendios provocados y los daños sobre comercios y transporte público.

Lai afronta un calendario judicial preocupante. Sobre el editor pesa también la acusación de colisión con fuerzas extranjeras, un delito incluido en la nueva Ley de Seguridad Nacional, y que contempla largas penas. Lai intensificó sus contactos con Washington en reuniones con el exsecretario de Estado Mike Pompeo, el exvicepresidente Mike Pence, o el antiguo asesor presidencial John Bolton. Ningún asunto irrita más a Pekín que las interferencias extranjeras en asuntos que considera incondicionalmente propios.

La sentencia llega pocos días después de que Hong Kong prohibiera la icónica vigilia de Tiananmén alegando la necesidad de guardar la distancia de seguridad durante el coronavirus. Es el segundo año que las autoridades cancelan por la misma razón un acto que Hong Kong ha adoptado como signo de diferenciación con el interior. Un par de miles de personas desafiaron la prohibición del pasado año para juntarse en el parque Victoria con sus velas encendidas en memoria de los caídos en la plaza.