Primer viaje

Blinken inicia una gira por Oriente Próximo para reforzar el alto el fuego entre Israel y Hamás

El secretario de Estado se entrevista con el primer ministro israelì, Binyamin Netanyahu, y el presidente palestino, Mahmud Abás

El jefe de la diplomacia estadounidense tiende una mano a los palestinos con la reapertura del consulado en Jerusalén

Blinken

Blinken / MEHAHEM KAHANA / REUTERS

Andrea López-Tomàs

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Empieza la era Biden para Oriente Próximo. El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, ha iniciado este martes su primera gira por la región. Tras la escalada de violencia entre Hamás e Israel, Blinken busca reforzar el alto el fuego y organizar la ayuda humanitaria para Gaza aunque no tiene intenciones de retomar las conversaciones de paz. Jerusalén ha sido su primera parada después de una intensa noche de arrestos masivos por parte de la policía israelí por los disturbios en Jerusalén y las ciudades mixtas. 

"He sido enviado por el presidente Joe Biden para demostrar el compromiso de Estados Unidos con la seguridad de Israel y comenzar a trabajar hacia una mayor seguridad y reducir las tensiones en Cisjordania y Jerusalén", ha declarado Blinken ante los periodistas tras su encuentro con el primer ministro israelí, Binyamin Netanyahu. Después de visitar Jerusalén, se ha desplazado a Ramala, donde se ha reunido con el presidente palestino, Mahmud Abás. Blinken tiene previsto viajar también a El Cairo y Amán. 

Sin hablar con Hamás

Con su visita, Blinken espera trabajar en la distribución de la ayuda humanitaria para Gaza asegurándose que el material no llegue a manos de Hamás. Aunque el objetivo del secretario de Estado es afianzar el alto el fuego, no tiene previsto reunirse con una de las partes del conflicto. Estados Unidos considera a Hamás una organización terrorista y no trata directamente con la milicia. Durante estas semanas, ha usado a Egipto como intermediario para evitar comunicarse directamente con el movimiento islamista. 

También Blinken ha confirmado los avances para reabrir el consulado en Jerusalén como un gesto de acercamiento a los palestinos. Aunque la Administración Biden es más cercana a los palestinos que su predecesora, no hay ninguna intención de cerrar la Embajada estadounidense en Israel ubicada en la ciudad santa por Donald Trump.

El presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abás, en la entrevista que ha mantenido este martes con el secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, en Ramala.

El presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abás, en la entrevista que ha mantenido este martes con el secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, en Ramala. / ALEX BRANDON / REUTERS

Blinken ha insistido en la importancia de canalizar los esfuerzos de reconstrucción con la Autoridad Palestina (AP). Poco reparo ponen en el papel residual que ha tenido Abás en la reciente escalada, su pérdida de legitimidad tras la cancelación de los primeros comicios en 15 años y el autoritarismo con el que gobierna la Cisjordania ocupada. Con la visita de Blinken, Abás intentará reafirmar el poder y la esfera de influencia de su mermada autoridad, cada vez más partícipe del sistema de dominio israelí. 

Lucha de poder

A la vez que insiste en el derecho de Israel a defenderse, Blinken declara que su visita a Ramala busca "reconstruir las relaciones de Estados Unidos con el pueblo palestino y la AP". Cuatro años de Gobierno de Donald Trump han resquebrajado los contactos con la parte palestina. En su empeño por evitar el trato con Hamás, la Administración Biden se enfrenta a una difícil, casi imposible, tarea, ya que es el grupo que gobierna de facto la Franja de Gaza. Instalado en una lucha de poder permanente con la AP, Hamás, elegido de forma democrática hace una década, no le dará poder de decisión en el enclave. 

La visita del jefe de la diplomacia estadounidense a la región ha avivado las esperanzas de retomar las conversaciones de paz, estancadas desde 2014. Blinken se enfrenta a unas condiciones adversas para el diálogo que llevan más de una década perpetuándose, como el agresivo liderazgo israelí, las divisiones políticas y geográficas palestinas y las tensiones en torno a Jerusalén. El funcionario considera que es demasiado pronto para conversaciones más amplias con un Israel instalado en el desgobierno político y unos palestinos enemistados. 

Arrestos masivos

Una solución de dos Estados es la respuesta que ha dado el presidente Joe Biden al conflicto israelo-palestino este lunes. También ha prometido un paquete de ayudas para reconstruir Gaza junto a otros países. "Ahora tenemos que lidiar con la situación humanitaria, lidiar con la reconstrucción y profundizar nuestro compromiso existente con los palestinos e israelís por igual", dijo Blinken el domingo a 'ABC News'. 

La juventud palestina ha rechazado en las redes sociales la visita de Blinken a Ramala bajo el argumento de que EEUU ha sido "un participante activo de la colonización israelí continua de la tierra palestina". Mientras el secretario de Estado volaba hacia Tierra Santa, la policía israelí intensificó el lunes por la noche su campaña de arrestos con más de 1.500 personas detenidas en las dos últimas semanas. El 70% de los arrestados son ciudadanos palestinos de Israel. Un dato que ha servido de gasolina mantener las protestas en las calles.

Blinken ha coincidido en Israel con su predecesor, Mike Pompeo, un hecho insólito. El exfuncionario de Trump viajará a título personal para asistir a la fiesta de jubilación del jefe de la agencia de inteligencia Mossad, un gesto que muestra la cercanía amistosa de la anterior administración con el Estado hebreo.