Estrechamiento demográfico

Los chinos rehúyen la parejita

China registra el menor crecimiento de población en décadas y también decrece el porcentaje de personas en edad de trabajar

La fertilidad (ratio de niños por mujer) de 1,3 está muy lejos del 2,1 necesario para que la población se mantenga a largo plazo

Una enfermera arropa a un bebé en el hospital de Danzhai, en la provincia china de Guizhou, este martes.

Una enfermera arropa a un bebé en el hospital de Danzhai, en la provincia china de Guizhou, este martes.

Adrián Foncillas

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La población china crece a su ritmo más lento, según el censo desvelado esta mañana de martes. Del titular emergen dos noticias: la mala, que crece lento; la buena, que crece. Lo primero se daba por descontado y se ignoraba lo segundo, por lo que China evita por ahora el escenario más dramático. Subraya también dos tendencias: la consumada venganza poética de los chinos, que se niegan ahora a tener los hijos que el Gobierno les prohibió en el pasado, y el envejecimiento sostenido que empuja al país a una problemática social y económica severa y sin solución a la vista.

La población se ha incrementado desde los 1.340 millones hasta los 1.410 millones en una década. Ese 5,34% está medio punto por debajo del anterior periodo y muy lejos de los habituales dobles dígitos desde mediados del siglo pasado. El último lustro revela una tozuda tendencia bajista. Sólo la derogación en 2015 de la política del hijo único dio un respiro. Los nacimientos crecieron el siguiente año en dos millones, una cifra muy alejada del 'baby boom' anhelado por las autoridades, y al siguiente retomaron la caída. La fertilidad (ratio de niños por mujer) de 1,3 está muy lejos del 2,1 necesario para que la población se mantenga a largo plazo y muy cerca de los niveles japoneses.

Nunca un censo se había esperado tanto en China. El retraso de un mes respecto a la fecha prevista había aumentado las sospechas de que sellaría el histórico estrechamiento demográfico. La ONU sitúa el pico de la población en 2030 pero la prensa local había temido durante los últimos meses la primera caída y el diario Financial Times la anunció en abril citando fuentes anónimas. No ha llegado en 2020 pero la fecha no será lejana.

"Problemas estructurales"

Ning Jizhe, presidente de la Oficina Nacional de Estadísticas, aludió esta mañana a los "problemas estructurales" que explican la desaceleración del crecimiento. "Estará afectado por factores económicos y sociales como la edad, los conceptos de fertilidad, las políticas de ayuda y la sanidad pública. La población alcanzará su cima en el futuro pero no hay certeza del momento exacto", añadió.

La población en edad laboral supone ahora el 63,3% del total tras caer casi siete puntos porcentuales en la última década. Los mayores de 60 años, en cambio, son ya el 18,7% tras subir más de cinco puntos. El cuadro sugiere una presión inasumible para el sistema de pensiones y también para una generación de jóvenes urbanitas, enfrentados ante el llamado reto 4-2-1 o la obligación de sostener a dos padres y cuatro abuelos.

La nueva concepción de la familia y la inflación embridan hoy la demografía de forma natural. Los valores tradicionales han sido barridos por la apertura y la juventud china esgrime las mismas razones que la occidental para rechazar las familias numerosas: extenuantes jornadas laborales, libertad, carestía de la vida… Se añade la extrema competitividad china. Los padres envían a sus hijos a las mejores escuelas y pagan un sinfín de actividades para que triunfen y entienden preferible concentrar los recursos antes que dividirlos. El coste de un niño en 2005 rondaba los 500.000 yuanes (64.000 euros) para una familia media, según un 'think tank' nacional. El pasado año ya se había cuadriplicado (dos millones de yuanes o 256.000 euros), calculaba la prensa local. 

Esa factura es inasumible para Chen, asesora comercial en Pekín, y su marido. "Con el final de la política del hijo único nos planteamos tener el segundo pero lo descartamos rápidamente tras hacer cuentas. La incertidumbre que ha traído el coronavirus lo ha puesto aún más difícil", señala. Un segundo hijo la obligaría a contratar a una 'nanny' y descabalgaría la economía doméstica.  

La demografía ocupa el discurso político de los últimos años. El primer ministro, Li Keqiang, le dedicó un generoso tiempo en el discurso de apertura de la reciente Asamblea Nacional Popular, el Parlamento chino. Prometió brío para alcanzar una "moderada fertilidad" y una "apropiada natalidad" pero no resolvió la duda de cómo conseguirlas. Las apelaciones al patriotismo no bastan y sólo una agresiva política fiscal, señalan los expertos, podría evitar que el censo de la próxima década certifique el anunciado retroceso de la población.

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