La ofensiva israelí en Jerusalén se extiende hasta la Franja de Gaza con 24 muertos

Arde Jerusalén. Y las llamas se extienden desde la Ciudad Santa hasta el resto del territorio en la escalada de violencia más alarmante en los últimos años. Después del aumento de los enfrentamientos entre palestinos y agentes de policía israelís durante la jornada del lunes, se ha registrado un incendio en la Explanada de las Mezquitas. Desde Gaza, Hamás ha lanzado un centenar de cohetes hacia Israel en "respuesta a la agresión del enemigo a la ciudad sagrada". Allí un ataque israelí ha provocado la muerte de 24 personas, entre los cuales había nueve niños, según informa el Ministerio de Salud palestino en Gaza. El Ejército ha desalojado la Knéset, el parlamento israelí, mientras los residentes denuncian haber escuchado explosiones.

En las calles de Jerusalén la policía ha dispersado a los grupos de sionistas que celebraban el 54ª aniversario de la toma de la ciudad. Este lunes han sonado las sirenas anti misiles en la Ciudad Santa, por primera vez desde el 2014. "Este es un mensaje que el enemigo tiene que entender bien", ha dicho Abu Obeida, portavoz del ala militar de Hamás. La facción palestina ha amenazado con más ataques si Israel vuelve a invadir la Explanada de las Mezquitas o desaloja a las familias palestina de Sheik Jarrah, en Jerusalén Este. "Quienes nos atacan pagarán un precio elevado", ha respondido Netanyahu tras anunciar que se esperan días de ataques.

Sheikh Jarrah, el último bastión de resistencia palestina en Jerusalén Este

Lanzamiento de piedras, gases lacrimógenos y balas de goma. Unos 300 palestinos han resultado heridos este lunes en nuevos enfrentamientos con la policía israelí en la Explanada de las Mezquitas de Jerusalén Este, según la Media Luna Roja palestina. Siete de ellos están graves. Además, la policía palestina ha registrado a 21 agentes heridos en el tercer día consecutivo de combates con los fieles palestinos.

Tras un fin de semana de violencia, los palestinos se han despertado con granadas paralizantes en el interior de la mezquita de al-Aqsa, uno de los lugares más sagrados del Islam. Las imágenes de escombros y zapatos abandonados entre el humo son retrato de la profanación en pleno mes sagrado del Ramadán. La jornada ha terminado con un incendio en la Explanada de las Mezquitas como resultado de unos fuegos artificiales que han prendido en un árbol.

Jerusalem

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Además, esta fecha significativa para los musulmanes palestinos coincide con otra para los israelís. El 10 de mayo de 1967, durante la guerra de los seis días, Israel ocupó Jerusalén. La tradicional marcha de las banderas ha sido cancelada por sus organizadores minutos antes de su inicio. Pero los judíos ultranacionalistas ya se encontraban en las calles. Con la intención de evitar una confrontación directa, las autoridades israelís han cambiado la ruta planificada para sortear el Barrio Musulmán en su camino hacia el Muro de las Lamentaciones, el lugar más sagrado del judaísmo.

Durante la jornada del lunes, Hamás ha lanzado un ultimátum a Israel: o retiraba sus tropas de la Explanada de las Mezquitas antes de las seis de la tarde o se atenía a las consecuencias. La policía israelí ha desalojado a los parlamentarios y a los jóvenes sionistas que celebraban el Día de Jerusalén más tenso de los últimos años con gritos de "¡muerte a los árabes!".

Bombardeo áereo

Al menos 20 personas han muerto en la operación de respuesta del Ejército israelí en la Franja de Gaza y más de 70 han resultado heridas. Los ministros israelís del gabinete de seguridad de alto nivel han aprobado un bombardeo áereo masivo sobre Gaza tras el lanzamiento de cohetes, pero no plantean una incursión terrestre, según medios locales. "Hamás debe recibir un duro golpe y, sin embargo, todos comprenden nuestras limitaciones: no tenemos deseos de grandes guerras", ha dicho un funcionario israelí al sitio de noticias Ynet. Se avecina una noche de duros enfrentamientos en los cielos. Ante esta escalada de violencia en Jerusalén, la ONU ha celebrado una reunión del Consejo de Seguridad de emergencia que no ha resultado en una declaración conjunta por culpa de las dudas de los representantes de Estados Unidos, fiel aliado de Israel.

Durante las últimas semanas, las crecientes tensiones entre los palestinos y las tropas israelís han mancillado el mes sagrado de Ramadán. Casi todas las noches ha habido enfrentamientos pero sobre todo se han intensificado a raíz del desalojo planificado de familias palestinas del barrio de Sheikh Jarrah. En el plan de judaización de la Ciudad Santa, los tribunales israelís han dado a los colonos sionistas la razón en la batalla legal para hacer suyas las propiedades de decenas de palestinos. ”Es una pena que no te dispararan en la cabeza”, vociferó el teniente de alcalde de Jerusalén, Aryeh King, a un activista palestino con una herida en la pierna.

¿Tercera intifada?

“¡Fuera de aquí, perro!”, gritó un manifestante palestino en Sheik Jarrah a los diputados ultrareligiosos que visitaron el barrio este lunes. En un gesto de provocación, Orit Strock, Bezalel Smotrich e Itamar Ben-Gvir, parlamentarios de extrema derecha, se abrieron paso entre los manifestantes para llegar a una casa ya habitada por colonos. 

La tensión aumenta por momentos en la Ciudad Santa, prendiendo una llama que ya se ha extendido en ciudades como Haifa al norte de Israel o en la frontera con la Franja de Gaza. Pese a la poca implicación política durante las pasadas elecciones de marzo, la sociedad israelí se ha sorprendido por la solidaridad de su población árabe con la amenazada causa palestina. Israel se prepara para unos próximos días imprevisibles mientras en los Territorios Palestinos, lloran a sus primeros mártires. En voz muy baja, algunos ya susurran “tercera intifada”.