Estallido social

La teoría conspiranoica sobre los motivos de las protestas en Colombia que alimenta Uribe

La "revolución molecular disipada", idea de un neonazi chileno, se ha convertido en palabra santa del expresidente para explicar el estallido social

El presidente, Iván Duque, por ahora evita declarar el estado de "conmoción interior" que restringiría seriamente las libertades

Manifestantes se enfrentan a la policía durante la protesta de este miércoles en Bogotá.

Manifestantes se enfrentan a la policía durante la protesta de este miércoles en Bogotá. / JUAN BARRETO

Abel Gilbert

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Un fantasma sobrevuela el cielo colombiano, el del estado de "conmoción interior" -una especie de estado de alarma- que le permitiría al presidente, Iván Duque, restringir la movilidad, arrestar preventivamente, allanar domicilios sin orden judicial y suspender autoridades. El mentor de Duque y líder verdadero de la derecha, Álvaro Uribe, es el que con mayor urgencia pide al Gobierno que lo decrete para frenar el nuevo estallido social que ha dejado al menos 35 muertos. "Buscan justificar la represión y empañar la legítima protesta. ¿Vandalismo inducido para justificar conmoción interior? Alerta, está en riesgo la democracia", advirtió Carlos Eduardo Caicedo, actual gobernador del departamento de Magdalena. Uribe lo calificó de "neocomunista". Las intervenciones del exmandatario en Twitter circulan como una suerte de programa de acción para el Centro Democrático, el partido de Duque. Sin ruborizarse, Uribe pidió "fortalecer" a las Fuerzas Armadas, "debilitadas" tras el acuerdo de paz con las FARC, y, sobre todo, "resistir la Revolución Molecular Disipada".

Uribe hizo suya una teoría difundida por un neonazi chileno, Alexis López, quien considera a las protestas sociales de carácter horizontal un modo novedoso de tomar el poder que se habría ensayado en 2019 en su propio país. De acuerdo con la revista bogotana La Silla Vacía, el expresidente no es el primero en invocar esa jerga: el Ejército y la Policía han recurrido a los textos de López para interpretar los conflictos que han emergido en Colombia y justificar los desmanes institucionales. El propio López ha sido invitado dos veces a la Universidad Militar Nueva Granada, por su rector el general Luis Fernando Puentes, a impartir sus clases.

Según el nuevo gurú de la ultraderecha, la culpa de todo la tiene el filósofo francés Félix Guattari y su libro 'La revolución molecular', que solo promueve sistemas de vida alternativos. De acuerdo con López, el Brasil de Luiz Inácio 'Lula' da Silva fue un ensayo de esas teorías que volvieron a ponerse en práctica en Chile y Estados Unidos a través del movimiento Black Lives Matter. Ahora es el turno de Colombia. "No existe estructura jerárquica. Hay anarquía funcional”, explicó López a los asistentes a su curso en la Universidad Militar, en plena pandemia que ha matado a más de 76.000 personas. La oficial de policía Luz Carina Pérez Castillo debió asentir al escucharlo porque días atrás argumentó que en Colombia, donde existen 21 millones de pobres, no hay estallido social, sino una guerra de guerrillas camuflada "que no tiene nada que ver con las demandas legítimas de una sociedad". La anarquía es, a su criterio, "un modelo estratégico". Uribe la ha leído porque en uno de sus últimos trinos habló de "anarquía social".

Carlos Enrique Moreno, un exasesor de Duque, tampoco se privó de glosar a López en una columna publicada en El Espectador. La protesta busca "generar de forma gradual y cotidiana conductas que alteren el estado de la normalidad social del sistema dominante, y así derogarlo". Se trata de "generar caos y el cese de la normalidad diaria, para crear un estado de crispación y crisis permanente".

Duque por ahora evita avanzar en la dirección que traza Uribe. Y para diferenciarse, este jueves al menos condenó el tiroteo sufrido por un dirigente estudiantil que marchaba "pacíficamente". Le pidió a la vez al director de la Policía, Jorge Luis Vargas Valencia, "dar con el paradero de culpables y llevarlos ante la justicia".