Visita a Kiev

Blinken denuncia en Ucrania que la amenaza rusa se mantiene

El secretario de Estado norteamericano denuncia que Rusia mantiene aún un significativo dispositivo militar junto a la frontera ucraniana y plantea incrementar la ayuda de su país al Ejército de Kiev

Blinken en Ucrania

Blinken en Ucrania

Marc Marginedas

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Rusia ha retirado algunas unidades de las regiones fronterizas con Ucrania, pero el Kremlin mantiene en la zona un importante dispositivo militar que puede reactivarse y ponerse en marcha en poco tiempo. Ante este estado de cosas, EEUU se está planteando incrementar la ayuda militar que presta al Gobierno ucraniano con el fin de que pueda afrontar la amenaza que representa su poderoso vecino del este. Éste es el mensaje que ha transmitido este jueves el secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, durante una visita a Kiev destinada a expresar el apoyo de la Administración de Joe Biden a la soberanía e integridad territorial ucraniana.

"Invocamos a Rusia que cese sus acciones peligrosas y agresivas", ha proclamado Blinken junto al presidente ucraniano Volodímir Zelenski. "Somos conscientes de que Rusia ha retirado ciertas fuerzas de la frontera con Ucrania, pero vemos que mantiene fuerzas significativas y equipamiento militar significativo", ha continuado. A su lado, el jefe del Estado ucraniano ha refrendado sus palabras, denunciando que la retirada rusa estaba siendo "lenta" y que el peligro de una operación militar rusa "todavía puede persistir".

El secretario de Estado estadounidense ha responsabilizado por completo al Kremlin de la falta de avances en una solución negociada al conflicto del Donbás. "Rusia no quiere formar parte de la solución", ha denunciado. Paralelamente, ha alabado la contención del Ejército de Kiev ante las "provocaciones de Rusia". "Ucrania sufre bajas pero no responde", ha constatado.

Primera visita a Europa oriental

Biden ha querido que la primera visita de Blinken a Europa del este y al antiguo bloque soviético sea precisamente a Ucrania, un país que afronta desde hace años una rebelión en el este del país azuzada desde Rusia y que ha visto como su vecino oriental, en 2014, se anexionaba una parte de su territorio: la península de Crimea. La idea era, precisamente, transmitir un potente mensaje de apoyo a un país que en las últimas semanas había vuelto a experimentar la presión de Rusia, con un enorme e inquietante despliegue militar en las regiones próximas a la frontera común.

Y ciertamente, ni Zelenski ni Blinken escatimaron en alabanzas mutuas. "He venido especialmente para expresar en nombre del presidente Biden hasta qué punto apreciamos nuestra amistad y nuestra asociación con Ucrania", ha declarado Blinken, antes de concluir: "Estamos firmemente a vuestro lado". Junto a él, Zelenski ha agradecido la ayuda militar prestada a su país desde 2014, fecha en que fue derribado el Gobierno del prorruso Víktor Yanukóvich y arrancaron los problemas con Moscú.

Parabienes aparte, Blinken ha aprovechado la visita para recordar la ingente labor que le resta por hacer al país si quiere cumplimentar su objetivo de integrarse algún día en el bloque occidental, sobre todo en materia de corrupción. Ucrania afronta dos desafíos: "fuerzas externas como Rusia pero también fuerzas internas como oligarcas y otros individuos poderosos que persiguen sus propios intereses por medios ilegítimos en detrimento de los intereses del pueblo ucraniano". La reciente destitución de Andryi Kobolyev al frente de Naftogaz, la empresa estatal ucraniana del gas, ha sido criticada tanto por la UE como por EEUU. Su gestion, destinada a incrementar la transparencia de la compañía, había sido alabada por los inversores occidentales.