Evolución de la pandemia

Francia inicia con hastío su tercer desconfinamiento

Desde este lunes, los franceses pueden desplazarse sin límite de distancia durante el día

En esta primera fase gradual sigue vigente el toque de queda entre las 19 y las 6 horas de la mañana

Imagen de los Campos Elíseos vacíos durante el toque de queda en París.

Imagen de los Campos Elíseos vacíos durante el toque de queda en París. / GONZALO FUENTES

Irene Casado Sánchez

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Un radio de 10 kilómetros en torno al domicilio. Durante las últimas cuatro semanas, los franceses han limitado sus desplazamientos, salvo motivo imperioso, a este restringido círculo para frenar la tercera ola de coronavirus. Este lunes, primera jornada del desconfinamiento gradual decretado por Emmanuel Macron, los ciudadanos recuperaron su libertad, al menos la de circular libremente durante el día.

"Es un paso positivo, todo avance por pequeño que sea es una buena noticia", reflexiona Alexandra, estudiante de Historia, mientras revisa un paquete de fotografías al borde del Canal Saint-Martin. "Pero el toque de queda sigue siendo un fastidio, tener que estar en casa a las 7 de la tarde es absurdo -continúa la joven parisina-. Tengo la suerte de tener horarios flexibles para poder ir al supermercado, pero para muchos trabajadores es imposible salir a tomar el aire y hacer la compra antes de su entrada en vigor, es ahí donde necesitamos un cambio".

Demasiadas fechas y horarios

En esta primera fase de "vuelta a la normalidad", los límites a los desplazamientos desaparecen, pero sólo hasta las 7 de la tarde, cuando todos los franceses están obligados a volver a casa. La norma será modificada en la segunda etapa, el 19 de mayo, cuando el horario del toque de queda se retrasará a las 9 de la noche, hasta el 9 de junio, cuando pasará a las 23 horas. "Con tantas fechas y horarios pronto no vamos a saber ni dónde estamos", bromea con hastío Alexandra.

Ni entusiasmo, ni júbilo, este lunes plomizo las calles de París emanaban un cierto hartazgo. "Para mí, esta primera fase no cambia nada -resume Cédric, apasionado del ciclismo mientras sostiene su bicicleta-. Estoy deseando salir de casa sin horarios y dejar de teletrabajar, porque sigue siendo la norma… Aunque sí es un alivio poder viajar a otras regiones", reconoce.

"¡No tenía ni idea!"

Para quienes no han respetado al pie de la letra este tercer confinamiento, el levantamiento de las restricciones tiene poca importancia. "Ni siquiera sabía que hoy empezaba el desconfinamiento... ¡No tenía ni idea! No lo he respetado, ni tampoco acato el toque de queda", dice Cristian, empleado en una tienda de moda.

Aquellos que violan las restricciones sanitarias se enfrentan a una multa de 135 euros, un montante que puede ascender hasta los 3.750 euros en caso de reincidir. "Conocemos las multas, pero sabemos que no hay controles, no me he encontrado ni uno en las últimas semanas", asegura Carolina, asistente en una empresa de diseño, mientras degusta un plato de 'noodles' servidos en una pequeña caja de cartón. "Es posible quebrantar ciertas normas, pero frente a otras no podemos hacer nada... No echamos de menos desplazarnos, pero sí sentarnos en una terraza durante nuestro descanso", suspira lanzando una mirada a su improvisado almuerzo. "¡Ah! y poder ir al cine, a los museos...".

Para todo ello, aún tendrá que hacer prueba de paciencia, un último esfuerzo que parece minúsculo frente a los largos meses sin ocio ni cultura: el próximo 19 de mayo, las terrazas, los comercios no esenciales, los teatros, los cines y los museos reabrirán sus puertas. Una fecha, esta vez sí, en la que los franceses estarán más contentos que unas castañuelas.