Biden inicia el reagrupamiento de las familias separadas por Trump en la frontera

La Administración de Joe Biden comenzará a revertir esta semana la más cruel y controvertida de las políticas aplicadas por Donald Trump en la frontera con México, la separación de familias inmigrantes, unas medidas que la Academia Americana de Pediatras describió en su día como “abuso infantil”, mientras que Médicos por los Derechos Humanos las equiparó con la “tortura”. El nuevo Gobierno estadounidense facilitará el reencuentro de cuatro niños que fueron arrancados de sus padres en la frontera a finales del 2017, uno de ellos, cuando tenía solo tres años. El anuncio es solo una gota en el océano porque, como reconocen fuentes oficiales, quedan todavía más de un millar de familias por reagrupar de las 5.500 que el republicano separó con sus políticas de “tolerancia cero”. 

Aquellas imágenes de niños enjaulados en los centros de detención de la Patrulla Fronteriza, visiblemente traumatizados tras ser apartados de sus padres, escandalizaron al mundo. Las organizaciones de derechos humanos demandaron al Gobierno y lograron que los tribunales frenasen la política de separación familiar en la frontera. Una política muy criticada por Biden, quien la describió como “criminal” siendo todavía candidato, y se comprometió a reunir a los menores con sus padres si llegaba a la Casa Blanca. “Hoy es solo el principio”, ha dicho el secretario de Seguridad Interior (DHS), Alejandro Mayorkas. “Hemos empezado a reunir al primer grupo de familias, pero otros le seguirán, mientras reconocemos la importancia de aportar a estas familias la estabilidad y los recursos que necesitan para curarse”.  

El proceso de reunificación es complicado porque los padres de los niños fueron deportados, mientras sus hijos se quedaban en EEUU bajo la tutela de otros parientes o allegados de la familia. La Casa Blanca ha creado un equipo encargado exclusivamente de contactar con los padres, a los que se concederá un salvoconducto por razones humanitarias para retornar al país mientras se estudian fórmulas para regularizar eventualmente su situación. Muchos piensan, sin embargo, que la Administración no está actuando con la suficiente celeridad. Los padres de más de 300 niños todavía no han sido contactados, en parte, porque sus predecesores republicanos ocultaron los nombres y otra información necesaria para localizar a los familiares de los niños. 

Críticas a la Administración

“Aunque Mayorkas intente hacer creer lo contrario, el DHS no ha hecho nada para facilitar el regreso y la reunificación de los padres esta semana. Lo único que ha hecho es dejarles entrar”, ha dicho una de las abogadas de Al Otro Lado, una organización de derechos de los inmigrantes que dice haber negociado el regreso de los familiares de los niños e incluso pagado por sus billetes de avión. De los cuatro niños solo se ha revelado que uno es originario de Honduras y otro de México. 

La situación que se vive en la frontera, donde se han multiplicado las entradas irregulares, es uno de los frentes que tiene abiertos la nueva Administración, muy criticada también por haber mantenido las cuotas de admisión de refugiados impuestas por Trump. La Casa Blanca ha enmendado la plana este lunes al aumentar desde los 15.000 hasta los 62.500 el número de refugiados que aceptará en 2021. La cifra anterior, una de las más bajas de la historia, "no reflejaba los valores estadounidenses como nación de acogida para los refugiados", ha dicho Biden en un comunicado.