Investigación

Indonesia asegura que una gigantesca ola interna hundió el submarino

Satélites japoneses y europeos han detectado que una masa de entre dos y cuatro millones de metros cúbicos de agua habría golpeado a la nave

Este fenómeno natural es uno de los mayores peligros para la navegación submarina y puede poner en peligro a plataformas petrolíferas

Oficiales de la marina indonesia lanzan coronas de flores al mar en homenaje a los tripulantes del submarino naufragado.

Oficiales de la marina indonesia lanzan coronas de flores al mar en homenaje a los tripulantes del submarino naufragado. / DAFFA RAMYA KANZUDDIN

Adrián Foncillas

Adrián Foncillas

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Una súbita y gigantesca ola bajo el agua arrastró al submarino indonesio hasta el fondo del mar. Ese fenómeno oceánico, tan infrecuente como devastador, es la hipótesis apuntada esta mañana por las autoridades del país del sudeste asiático para explicar la muerte de los 53 tripulantes.

Dos altos funcionarios de la Marina indonesia han afirmado que satélites japoneses y europeos han detectado esa "ola solitaria submarina" que es invisible desde la superficie. La salinidad y la temperatura causan grandes diferencias de presión entre la ola interna y las aguas que la rodean. La que presuntamente hundió el 'Nanggala' habría nacido en las opuestas condiciones de las aguas cercanas a la costa de Bali, donde se hundió el submarino, y las del Estrecho de Lombok. La profundidad de las primeras alcanzan el millar de metros mientras las de la segunda oscilan entre los 200 y los 400 metros.

"Si fue una ola interna, estamos ante un fenómeno de la naturaleza. El submarino habría sido arrastrado rápidamente hacia el fondo. Nadie puede luchar contra la naturaleza", ha justificado en rueda de prensa el almirante Iwan Isnurwanto. El marino habló de una masa de entre dos y cuatro millones de metros cúbicos de agua que habría golpeado al submarino tras iniciar su inmersión, según el diario singapurés 'The Straight Times'. "La tripulación no pudo hacer nada, careció de tiempo de reacción. Probablemente causó una pronunciada inclinación de la nave que hizo rodar a todo el personal hasta su punto más bajo", añadió.

Más fondos para su estudio

Esas olas solitarias, de gran amplitud y violentos desplazamientos, son uno de los mayores peligros para la navegación submarina y pueden poner en riesgo a las plataformas petrolíferas. Yakarta avanzó que tendrá en cuenta ese fenómeno natural en próximas operaciones y que destinará más fondos a su estudio y detección temprana.

Las autoridades no contemplan otra explicación del accidente que la de una invencible fuerza de la naturaleza. Ni el accidente eléctrico o mecánico súbito, que dejaría en mal lugar al mantenimiento de su flota, ni el error humano, que no hablaría bien del entrenamiento de sus marinos. Tampoco concedieron esta mañana ninguna credibilidad a un rumor en las redes sociales que apuntaba al hundimiento por un torpedo de una nave extranjera. "Es indignante. Teníamos muchos barcos en la zona y sus sónares habrían detectado la explosión", ha afirmado el alto funcionario de la Marina Muhammad Ali.

La última comunicación del submarino 'Nanggala' llegó a las 4 de la madrugada del 21 de abril, pocos minutos después de recibir el permiso para iniciar las maniobras de lanzamiento de torpedos. Debía regresar a la superficie apenas media hora después pero no se supo más de él hasta que fuera hallado cinco días después en el lecho marino. La profundidad, de unos 800 metros, era muy superior a la que podría haber soportado su casco. Por delante quedan las tareas hercúleas de levantar un paquidermo metálico de 1.400 toneladas. Una nave de rescate submarino enviada por Singapur está recuperando objetos de hasta 150 kilogramos pero no hay noticias aún de los cadáveres de los marinos.