Visita no anunciada

Blinken viaja a Afganistán para presentar el plan de retirada de las tropas de EEUU

El viaje de secretario de Estado de EEUU se produce un día después que Biden afirmara que ha llegado la hora de poner fin "a la guerra más larga de Estados Unidos"

Blinken en Afganistán

Blinken en Afganistán

Reuters / AFP

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El secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, ha llegado hoy a Afganistán en una visita no anunciada con el objetivo de presentar al Gobierno afgano el plan de la Administración del presidente Joe Biden sobre la retirada de todas las tropas estadounidenses de suelo afgano y de forma gradual desde ahora hasta el 11 de septiembre, cuando se cumplirán 20 años de los atentados yihadistas contra las Torres Gemelas y el Pentágono.

Blinken, que llegó a Kabul tras asistir a las conversaciones de la OTAN en Bruselas, se ha reunido con el presidente afgano, Ashraf Ghani, cuyo Gobierno sigue inmerso en feroces combates con los insurgentes talibanes, mientras el proceso de paz respaldado por EEUU está envuelto en la incertidumbre.

El máximo responsable de la diplomacia estadounidense trató de tranquilizar a Ghani diciéndole que, a pesar de la salida de las tropas estadounidenses, EEUU seguiría comprometido con Afganistán, y dijo que Washington "intensificará" su diplomacia para hacer "todo" lo que pueda para avanzar en los esfuerzos por conseguir un acuerdo de paz entre Kabul y los insurgentes.

"La razón por la que estoy aquí, tan rápidamente después del discurso del presidente de anoche, es para demostrar literalmente, con nuestra presencia, que tenemos un compromiso permanente con Afganistán", dijo Blinken en la embajada, según un informe de la prensa. Estuvo en Kabul durante unas ocho horas.

Temor a un nuevo Al Qaeda

La retirada de las tropas extranjeras ha suscitado la preocupación de que el país pueda estallar en una guerra civil a gran escala, proporcionando a Al Qaeda un espacio en el que reconstruir y planificar nuevos ataques contra Estados Unidos y otros objetivos. En su reunión con Ghani en el palacio presidencial, Blinken aseguró al presidente afgano que "la alianza está cambiando, pero es duradera". Más tarde, advirtió a los talibanes de que cualquier ataque a las tropas estadounidenses mientras se retiraban sería respondido con "una respuesta muy contundente".

Blinken también se reunió con Abdullah Abdullah, el jefe del Alto Consejo para la Reconciliación Nacional de Afganistán, quien expresó su apoyo a la decisión de EEUU. "Esto no significa el fin de las relaciones y la cooperación entre los dos países. Ha vuelto un nuevo capítulo de las relaciones y la cooperación entre los dos países y en este capítulo continuaremos nuestra cooperación en varios campos", dijo Abdullah en un comunicado.

Amenaza implícita

Incluso mientras Blinken visitaba Kabul, los talibanes reiteraron un llamamiento a la retirada "inmediata" de todas las fuerzas extranjeras, acusando a Washington de incumplir un acuerdo de febrero de 2020 -conseguido por la Administración Trump- para completar la retirada de las tropas estadounidenses antes del 1 de mayo. La declaración de los talibanes parecía hacer una amenaza implícita, advirtiendo que "en principio" sus combatientes "tomarían todas las contramedidas necesarias, por lo que la parte estadounidense será responsable de todas las consecuencias futuras".

También dijeron que "bajo ninguna circunstancia cederán" en su objetivo de establecer un "sistema islámico puro", subrayando una profunda diferencia con Kabul sobre el tipo de sistema gubernamental que debería establecerse en un acuerdo de paz.

A pesar que el destino de las conversaciones de paz sigue siendo incierto, ya que los talibanes dijeron que no asistirán a una conferencia prevista en Turquía hasta que todas las fuerzas extranjeras abandonen Afganistán, Blinken mantuvo la esperanza. "Estamos esperando a ver una respuesta definitiva de los talibanes sobre su participación... El objetivo es... acelerar el proceso de paz". La reunión contará con la asistencia de alto nivel de la comunidad internacional", dijo.

Algunos funcionarios y expertos estadounidenses están preocupados por la presencia duradera en Afganistán de los extremistas de Al Qaeda y el Estado Islámico, temiendo que los primeros puedan reconstruirse y tramar nuevos ataques contra objetivos occidentales. En declaraciones a la CNN, el asesor de seguridad nacional de Biden, Jake Sullivan, admitió que la retirada de EEUU supondría una reducción de los servicios de inteligencia. Sin embargo, afirmó que seguirán siendo capaces de detectar amenazas a EEUU desde Afganistán. "En mi opinión, nuestra capacidad para proteger el territorio nacional estadounidense no disminuirá", dijo Sullivan. "Nuestra capacidad de recopilar inteligencia en el día a día, contra las idas y venidas de los actores dentro de Afganistán, disminuirá. Esa es una gran diferencia". "Desde nuestra perspectiva, podemos establecer el tipo de escenario en el que podemos proteger este país sin permanecer en guerra en Afganistán durante la tercera década".

Los talibanes gobernaron Afganistán desde 1996 hasta 2001, cuando fueron expulsados por las fuerzas lideradas por EEUU. Desde entonces, un gobierno respaldado por Washington mantiene el poder en Afganistán, aunque los talibanes tienen el control de amplias zonas del país.