Crisis sanitaria global

Argentina vuelve a las restricciones frente al fuerte avance del covid-19

Toque de queda nocturno, suspensión de clases y actividades recreativas y cierre de restaurantes son algunas de las medidas anunciadas

El crecimiento exponencial de los contagios y el peligro de un colapso hospitalario han obligado a poner en marcha las restricciones

El presidente de Argentina, Alberto Fernández.

El presidente de Argentina, Alberto Fernández. / EFE

Abel Gilbert

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"El virus nos está atacando y lejos está de ceder". Con una inusual gravedad, el presidente argentino Alberto Fernández anunció en la noche del miércoles el comienzo de un toque de queda nocturno desde el viernes, así como la suspensión por dos semanas de las clases presenciales en la ciudad de Buenos Aires y su populosa periferia. No se podrán realizar actividades recreativas, culturales y religiosa. La actividad comercial deberá desarrollarse en horario restringido. Deben cerrar por la noche los restaurantes. Fernández era reacio a tomar esas medidas frente al cansancio social acumulado desde marzo de 2020, cuando comenzó la pandemia. El crecimiento exponencial de los casos positivos y el temor creciente a un colapso hospitalario ha obligado al presidente a poner en marcha una nueva batería de restricciones y advertir que apelará a todas las fuerzas de seguridad para el control en el área metropolitana.

Con las 368 muertes del miércoles, Argentina acumula 58.542 decesos. Los contagios llegan a más de 2,6 millones. El 71% de las camas de las unidades de terapia intensiva están ocupadas y, a este ritmo, pronto no darán abasto. La velocidad de la vacunación es mucho más lenta que la de las infecciones. "Hemos multiplicado más que por dos la cantidad de contagios en tan solo un mes. En el medio tratamos de llamar a la reflexión al conjunto social. El avance de la pandemia nos está exigiendo un poco más", dijo el presidente a la población.

Fernández puso como ejemplo su propio caso. "No sé cómo me contagié, no encuentro el vínculo que me contagió. Pude sobrellevarlo bien gracias a la vacuna que recibí", dijo, tras 12 días de aislamiento.

El mandatario peronista reiteró que el foco principal de los contagios está en las reuniones sociales. "No está en las fábricas, no está centralmente en los negocios que con distancia social pueden atender a los clientes. El problema central está donde la gente se distiende".

Dificultades

El presidente pareció hablar en soledad y sin el consenso esperado de todas las provincias. "Espero que los gobernadores y los intendentes, que entienden que deben acompañarme en este momento difícil, lo hagan”.

Fernández dijo que "el sistema sanitario también se ha relajado" al abrir sus puertas para "atender otro tipo de necesidades quirúrgicas que podían esperar". De esta manera, "en el sistema privado se acumuló un número de camas utilizadas que hoy en día pueden ser muy necesarias para atender el covid-19".

La vacunación y las protestas opositoras

Unos seis millones de argentinos se han vacunado hasta el momento. El país tiene uno de los mejores promedios regionales y ocupa el puesto 22 a nivel global, según la base de datos Our World in Data (OWD), de la Universidad de Oxford. "Las vacunas siguen llegando, este fin de semana vamos a tener más vacunas", dijo el jefe del Estado. Según se informó, llegarán 864.000 dosis de la vacuna de Oxford/AstraZéneca. La partida permitirá empezar a inmunizar a las personas de entre 60 y 69 años.

Las nuevas restricciones fueron rechazadas por los partidos de derecha que llamaron a caceroladas en los barrios más acomodados de la capital y sus alrededores. Los ruidos llegaron hasta la residencia presidencial. "Presidente: decide en contra de los que trabajan, de los padres que llevan sus hijos a la escuela, de los comercios que se funden. Decide por los que tienen la vida resuelta contra los que trabajan. Esa es la grieta que usted ha generado. Ganó la oligarquía de los burócratas", dijo Patricia Bullrich, la presidenta del PRO, el partido del expresidente Mauricio Macri. El peronismo la acusó de buscar redito político-electoral en medio de una situación agravada por el derrumbe económico.