Récord de casos y déficit de vacunas

India desbanca a Brasil como el segundo país con más contagios del mundo

Los casos se disparan en las últimas semanas y el país supera los 13,5 millones de casos

El gigantante concentra el 60% de la producción mundial de vacunas

Una enfermera pone una dosis de la vacuna en Mumbai.

Una enfermera pone una dosis de la vacuna en Mumbai. / Efe

Adrián Foncillas

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El Gobierno indio confiaba en que la masiva y veloz campaña de vacunación le redimiera de tantos dislates pero se ha gripado en los días más crudos de la segunda ola. Es el último revés en un país a contrapelo en la ejemplar lucha asiática contra la pandemia que acaba de desbancar a Brasil como el segundo con más contagios del mundo. Estados Unidos lidera un podio que subraya las consecuencias nefastas de una dirección errática. 

India ha encadenado seis récords diarios de contagios en una semana, según el Ministerio de Salud. El domingo se contaron 168.000 casos y 839 muertes, la factura más alta en cinco meses. La prensa local habla de hospitales abarrotados y de crematorios que a duras penas dan abasto. La segunda ola, iniciada en febrero, se ha revelado más agresiva que la de septiembre. Son casi 1,5 millones de casos en dos últimas semanas que han empujado el total hasta los 13,5 millones.

El grueso de la pandemia se localiza en el estado de Maharashtra, que acoge a la megalópolis de Mumbai, y que ya está considerando medidas adicionales de control. Desde el Gobierno se culpa al desprecio de la población por las mascarillas y por el distanciamiento social. No ha aludido a los mítines políticos que el primer ministro, Narendra Modi, y su formación, el Partido Bharatiya Janata, organizaron en varios estados sin ninguna medida elemental. Tampoco a los masivos actos religiosos en todo el país. 

En ese cuadro calamitoso, agravado por las infraestructuras precarias y la endeble cobertura sanitaria nacional, se confiaba en la engrasada maquinaria de vacunación universal de un país que cada año inmuniza a decenas de millones de recién nacidos y embarazadas contra la polio, el sarampión o la hepatitis. Al Gobierno no le faltan estos días razones para alardear: el país ha alcanzado el centenar de millones de vacunados en apenas 85 días en comparación con los 89 de Estados Unidos o los 102 de China. Las dosis son gratuitas en los hospitales públicos y apenas cuestan 250 rupias (unos tres euros) en los privados. 

60% de la fabricación de vacunas

India encabeza la fabricación global de vacunas con el 60% del total, cuenta con media docena de gigantes y, entre ellos, con Serum Institute of India (SII), que elabora el inyectable de AstraZeneca y la Universidad de Oxford. Nadie produce más vacunas en el mundo ni más rápido que esa empresa familiar fundada medio siglo atrás. A las suministradas en el mercado interior se suman 64 millones de unidades exportadas, un oasis de solidaridad en tiempos de acaparamiento y autoconsumo.

Ese músculo explica los tres millones de vacunados diarios y que se cumplieran los objetivos de cubrir a los gremios más expuestos y a los mayores de 60 años. Pero la extensión de la campaña en abril a cualquiera por encima de los 45 años ha reventado las costuras. El incendio en una de las principales de producción, situada en la ciudad de Pune, ha imposibilitado que SII alcanzara su meta de cien millones de dosis mensuales. 

La compañía ha admitido sus problemas para cubrir la demanda y cerrado el grifo de las exportaciones mientras varios gobiernos locales lamentan que sus almacenes se han vaciado. El de Maharashtra, el más acuciado por la pandemia, es uno de ellos. Sólo en el estado oriental de Odisha han sido cerrados 700 centros de vacunación. La previsible respuesta de Nueva Delhi ha sido culpar a las autoridades regionales de enterrar con mentiras su responsabilidad y de alentar el pánico entre la población. El ministro de Sanidad, Harsh Vardhan, ha prometido que en la despensa nacional se aprietan 40 millones de dosis.