Lucha contra la covid-19

Francia contribuirá a la producción de la vacuna Pfizer-BioNTech

El objetivo es fabricar 250 millones de dosis de aquí a finales de año  

Planta de la compañía BioNTech en Marburg, en el centro de Alemania.

Planta de la compañía BioNTech en Marburg, en el centro de Alemania. / THOMAS LOHNES

Irene Casado Sánchez

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Francia comenzará este miércoles a producir en su territorio la vacuna de Pfizer y BioNTech. La campaña de producción comenzará en la fábrica de Delpharm en Saint-Rémy-sur-Avre, al oeste de París, y se extenderá en las próximas semanas a varias empresas subcontratadas para llevar a cabo las labores de acondicionamiento de diferentes sueros contra el covid-19. El objetivo es contribuir a la fabricación de 250 millones de dosis de aquí a finales de año destinadas al mercado europeo. 

La producción de una vacuna a partir de ARN mensajero, como la desarrollada por la biotecnológica alemana BioNTech y el gigante farmacéutico estadounidense Pfizer, requiere una tecnología y unas instalaciones específicas. La puesta a punto de las fábricas francesas se traduce en una inversión de 20 millones de euros, la mitad financiada por las arcas públicas, y en cinco meses de labores de preparación.   

La subcontratista Delpharm no producirá la sustancia activa de la vacuna, sino que se encargará de su acondicionamiento, que incluye labores de envasado y esterilización. “Nuestro cliente nos envía la vacuna, nosotros nos encargamos de distribuirla en frascos estériles […] La vacuna llega a -70ºC y tenemos que envasarla a la misma temperatura, ahí está la principal dificultad”, explica Stéphane Lepeu, director de Delpharm, al diario Le Figaro.  

El tejido farmacéutico

Tras su acondicionamiento, el suero será transportado a las plataformas de logística europeas y distribuido según un plan de vacunación elaborado por la Unión Europea. “Es imposible decir en qué países se inyectarán los viales de Delpharm”, señala Le Journal du Dimanche citando a la ministra francesa de Industria, Agnès Pannier-Runacher. “Hay que reconstruir todo nuestro tejido farmacéutico […] la crisis de covid-19 ha revelado hasta qué punto 30 años de desindustrialización del sector farmacéutico han reducido los recursos disponibles”, lamenta la ministra. Por lo tanto, la meta de las autoridades galas no sería atesorar sus vacunas, sino recuperar parte de su independencia sanitaria participando en la cadena de producción. 

A la estela de Delpharm, a mediados de este mes, la empresa sueca Recipharm comenzará la producción del suero del laboratorio estadounidense Moderna en su fábrica de Indre-et-Loire. Este verano, llegará el turno de la farmacéutica francesa Sanofi que, a la espera de desarrollar su propia vacuna, acondicionará la monodosis de Janssen del grupo Johnson & Johnson. La subcontratista Favera, será la encargada de preparar las dosis de CureVac de la farmacéutica alemana Bayer cuando reciba la homologación europea, en sus fábricas de los Pirineos y Normandía.  

"3.000 millones de dosis anuales"

“Francia está a punto de pasar a la producción masiva de vacunas”, se felicita Thierry Breton, comisario europeo de Comercio Interior, en las páginas de Le Parisien. El objetivo es convertir a Europa “en el primer continente productor de vacunas del mundo para finales de año, con un ritmo que podría alcanzar los 3.000 millones de dosis anuales, frente a los 2.000 millones de Estados Unidos”, asegura el encargado de marcar las pautas de la producción en territorio europeo.

Mientras tanto, la campaña de vacunación continúa avanzando en Francia. Por ahora, más de 9,2 millones de franceses han recibido la primera dosis y 3 millones cuentan ya con la pauta completa, según las últimas cifras de VaccinTracker