Elecciones en septiembre

El sucesor de Merkel se distancia de la cancillera en la gestión de la pandemia

Armin Laschet, presidente de la conservadora CDU, se defiende de las críticas lanzadas por la jefa del Gobierno alemán

Armin Laschet, nuevo presidente de la CDU.

Armin Laschet, nuevo presidente de la CDU.

Andreu Jerez

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En su primer discurso programático con la vista puesta en las elecciones federales de Alemania del próximo septiembre, el presidente de la CDU, Armin Laschet, no se anduvo con rodeos. “Todos habríamos deseado una vacunación más rápida y más vacunas, más posibilidades a través de más tests, un mejor rastreo digital de los contactos. Y es que todos queremos recuperar nuestras libertades”, dijo este martes Laschet en una abierta autocrítica de la gestión que el gobierno federal y los 16 ejecutivos de los estados federados han realizado desde el inicio de la pandemia.

Laschet, que desde el pasado enero combina la presidencia de la conservadora Unión Demócrata Cristiana (CDU) con su labor como primer ministro del estado federado de Renania del Norte-Westfalia, también lanzó una crítica indirecta a Angela Merkel: “Hoy les digo que lo vamos a cambiar, que lo vamos a hacer mejor. Me comprometo a ello personalmente”.

El pasado domingo, la cancillera aprovechó una entrevista en la televisión pública alemana para cargar abiertamente contra Laschet y otros primeros ministros de estados federados por su negativa a introducir más restricciones de la vida pública en el llamado “freno de emergencia” acordado hace unas semanas: en caso de superar una incidencia superior a los 100 casos por cada 100.000 habitantes en una semana, los gobiernos regionales se comprometían a endurecer las restricciones. Para Merkel eso está ocurriendo, sin embargo, con demasiada timidez y lentitud, y amenaza con tomar cartas en el asunto desde el gobierno federal.

No es la primera vez que Laschet levanta la voz contra el liderazgo de Merkel y sus críticas a los gobiernos regionales en la gestión de la pandemia. Con el discurso de este martes, que es una especie de primera piedra del programa electoral de la CDU para los próximos comicios federales a los que la actual cancillera ya no se presentará, el presidente de la CDU intenta distanciarse de Merkel y reforzar un perfil propio para su candidatura a la cancillería.

La “cuestión-K”

Laschet presentó este martes lo que son las líneas maestras de su visión para el futuro de Alemania: refuerzo de infraestructuras industriales, recuperación de la producción nacional de medicamentos y vacunas, lucha contra el cambio climático y protección del medioambiente que no supongan más reglas y mayor burocratización –en un claro guiño a los ecoliberales de Los Verdes, posibles socios de coalición la próxima legislatura–, proeuropeísmo sin concesiones frente al discurso nacionalista de la ultraderecha de Alternativa para Alemania, impulso de la iniciativa privada con un papel limitado del Estado, digitalización de la economía como medio para mantener puestos de trabajo.

Estas son las cartas con las que Armin Laschet quiere construir su candidatura a la cancillería, una pretensión que mantiene pese a languidecer en las encuestas de popularidad. La llamada “cuestión-K” –es decir, cuál será el nombre del candidato a la cancillería de la unión conservadora CDU-CSU– siguen sin solventarse en el seno del conservadurismo alemán. Markus Söder, el primer ministro socialcristiano de Baviera, es la única alternativa.

El primer ministro bávaro cuenta con una mejor valoración en las encuestas de popularidad; además, a diferencia de Laschet, defiende a capa y espada la estrategia de Merkel ante la pandemia, en un movimiento interpretado como un intento de reforzar su perfil alternativo al presidente de la CDU como candidato a suceder a Merkel al frente de la cancillería.

Las voces que demandan definir cuanto antes el nombre del candidato de la CDU-CSU se multiplican a la vista de las encuestas, en las que los conservadores alemanes ya están claramente por debajo del 30% de intención de voto tras haber rozado el 40 en el peor momento de la pandemia. En la última proyección electoral, Los Verdes, con un 21%, están a sólo cinco puntos de distancia de la CDU-CSU.