Violencia contra menores

La policía argentina encuentra con vida a la niña de siete años cuyo secuestro había conmocionado al país

• La menor estuvo 70 horas desaparecida. Las fuerzas de seguridad detuvieron a la persona que se la había llevado

•Maia Yael Beloso vive en la calle con su madre, donde fue secuestrada por un hombre que prometió regalarle una bicicleta

Imagen de Maia Yael Beloso.

Imagen de Maia Yael Beloso. / Twitter

Abel Gilbert

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Después de una intensa búsqueda por aire y tierra por la zona noroeste de la provincia de Buenos Aires, la policía confirmó haber encontrado con vida a Maia Yael Beloso, una niña de siete años que había desaparecido el lunes pasado en la capital argentina. Villa Lugano. La menor estaba con la persona señalada como su presunto secuestrador, quien fue arrestado de inmediato. "Teníamos miedo de que la mate, de no encontrarla, pero por suerte está muy bien", dijo su abuela, Élida. Según Rodolfo Baqué, abogado de la familia, al momento de ser recuperada, la menor “tenía hambre y algo de frío”. Lo primero que pidió, después de tomar un té y comer algo, fue ver a su madre.

En la ciudad de Buenos Aires, centenares de niños, niñas y adolescentes, así como decenas de madres embarazadas, viven y duermen en las calles. Una de esas criaturas es Maia. Los argentinos descubrieron su rostro en la televisión, las redes sociales y los diarios. Es delgada y su tez, trigueña. Tiene un cabello negro y lacio que le llega hasta la cintura. Sus ojos son oscuros como los temores que están a la orden del día. Su secuestro, el pasado lunes, estremeció a la sociedad por casi tres días.

Casi 1.000 policías, con perros rastreadores, dos helicópteros y drones, la buscaron en la periferia bonaerense. El operativo llevó el nombre de Mecanismo Sofía, por una niña de tres años que corrió la misma suerte que Maia hace 12 años. A diferencia de este reciente caso, Sofía nunca fue encontrada, y ese precedente provocó escalofríos.

En la noche del miércoles, el ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, Sergio Berni, informó que había sido encontrada su bicicleta. "Estamos por el buen camino", dijo, pero pidió cautela: la periferia, recordó, tiene 31 millones de manzanas que hay que rastrear. "Es como la búsqueda de un tesoro", añadió. A primera hora del jueves, la hallaron cerca de una estación de trenes. "Ojalá el caso de Maia no termine cuando se apaguen las cámaras de televisión. Creo que este es el camino que nos debemos los argentinos para desandar una realidad que nos duele, nos golpea y a mi como peronista me avergüenza", dijo sobre la cantidad de niños indigentes.  "Estábamos buscando a un fantasma, porque para la sociedad esta persona no existía, una persona indocumentada"

El presunto secuestrador

Todos las pistas apuntan a una persona de aproximadamente 40 años.  "Le prometió una bicicleta más grande que la que ya tenía. El hombre tiene denuncias por abusos de menores", advierte la policía que dispone de imágenes captadas por cámaras de seguridad en una estación ferroviaria en la que se les ve juntos.

Carlos Savanz, la persona señalada como el responsable del secuestro, tiene 35 años. Según la madre de Maia, "Carlitos", como lo llamaba, se hizo asiduo del lugar donde ellas pasaban las noches. En las inmediaciones del Barrio Cildañez se dedicaba a "cartonear", un verbo que el lenguaje popular incorporó a partir de la gran crisis económica de 2001 y que hace alusión al trabajo de separar residuos que luego son revendidos. Ese oficio de emergencia ha vuelto a renacer con fuerza durante la pandemia. La madre confió en la promesa de Savanz de un regalo para su hija, aunque no se ajustara a su evidente falta de recursos. Pronto se dio cuenta de que había sido engañada y acudió a una comisaría a formular la denuncia. Fue tal el impacto de la noticia que vecinos de la zona cortaron una carretera para que todos se enteraran de lo que había ocurrido. La policía arrestó a un Carlos Savanz pero resultó ser su primo, sobre quien pesaba una orden de captura por trata de personas.

El hermano del presunto secuestrador también tuvo cosas que decir. "Es una porquería, abusó de mi sobrino", dijo.  "No tiene perdón, no lo escondemos, no lo queremos y no le abriría la puerta de mi casa ni a palos". Savanz, señaló el portal Infobae, ha sido a su vez objeto de una denuncia penal por "abuso sexual simple" a una menor de su propio entorno familiar.