Censura tecnológica
China bloquea la app de mensajería Signal
La plataforma utilizada por críticos y disidentes para comunicarse deja de funcionar a pesar de que de momento no hay una prohibición oficial
Carles Planas Bou
Periodista
Periodista tecnológico entre el mundo digital y la política internacional. Centrado en capitalismo de plataformas, IA, vigilancia y derechos digitales. Excorresponsal en Berlín durante más de cuatro años, cubrió los gobiernos de Merkel, la crisis de los refugiados y el auge de la extrema derecha. También ha trabajado en Europa Central y en Canadá. Graduado en Periodismo por la URL y máster en Relaciones Internacionales por la UAB. Ha colaborado con TV3, TVE, Deutsche Welle, Catalunya Ràdio, El Orden Mundial o El Salto.
Signal era de las pocas plataformas extranjeras que aún podían operar en China, pero eso parece haberse terminado. Aunque Pekín no he emitido ningún comunicado oficial de prohibición, la aplicación de mensajería privada no funciona en el gigante asiático desde el martes.
Así lo anunció Greatfire, un grupo que monitoriza la censura en China, que apuntó a que los usuarios de la plataforma no podían acceder a sus mensajes desde la noche del lunes. Sin embargo, la aplicación sigue estando disponible en la tienda virtual de los iPhone de Apple. Se desconoce si se trata de un bloqueo temporal o de una prohibición total de la ‘app’.
Hostigados por la vigilancia permanente a la que están sometidas las plataformas disponibles en China, Signal se ha convertido en un refugio comunicativo para activistas, grupos por los derechos humanos, periodistas y disidentes críticos con Pekín. Signal utiliza un sistema de cifrado que hace que sus comunicaciones sean especialmente seguras. Su popularidad se disparó después que WhatsApp anunciase que cambiaba sus condiciones para compartir los datos de sus usuarios con Facebook, algo que prometieron que no harían.
Muro de censura
China aplica desde hace años un sistema de censura a redes sociales y aplicaciones extranjeras conocido como El Gran Cortafuegos. Los ciudadanos del gigante asiático sólo tienen acceso a los servicios de plataformas tecnológicas nacionales que cuentan con la aprobación de Pekín, mientras que para poder acceder al Internet abierto que todos conocemos solo pueden recurrir a redes virtuales privadas (VPN, en inglés) que cambian su localización.
De esta manera, el Partido Comunista mantiene un férreo y estricto control sobre contenido que considera peligroso como la pornografía o la información que entra al país. Además de los medios extranjeros, gigantes como Google, Facebook, Twitter y WhatsApp están prohibidos. Ahora, Signal pasa a sumarse a la larga lista negra de Pekín.
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