10 años de guerra

En cualquier lugar menos en Siria

Millones de niños y niñas con una infancia rota y desarraigada

10 años de guerra en Siria

10 años de guerra en Siria / Hurras Network / Save the Children

Mireia Recasens Lamuà. Save the Children.

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Granada, metralleta, sangre, máscara antigás… Estas son algunas de las primeras palabras que aprenden los niños y niñas de países en conflicto como Siria, que lleva ya 10 años inmersa en una guerra donde no se atisba el fin.

Una década en la que estos niños no han visto otra cosa que la guerra y que ha sumido a la población en una situación límite, matando a cientos de miles de personas, desplazando a millones de niños, niñas y a sus familias y mermando la economía y las infraestructuras. Una infancia rota, desarraigada, que no conoce lo que es tener un hogar.

De hecho, la gran mayoría de niños y niñas (el 86%) sirios no puede ni pensar en un futuro en su país, según una encuesta de Save the Children a más de 1.900 menores desplazados dentro y fuera de Siria. Estos niños y niñas que tuvieron que huir de sus hogares tienen dificultades para sentirse seguros en los países de acogida: alrededor de dos de cada cinco niños encuestados explicaron que sufren discriminación y falta de acceso a la educación.

Lo cierto es que muchas escuelas siguen siendo objetivo de bombardeos y ataques indiscriminados. La educación no sólo es importante para el desarrollo de los niños y niñas, sino que, en un contexto de guerra, lo es también porque ofrece un importante resguardo y sensación de estabilidad a los más pequeños. Además, les ayuda a mitigar los efectos psicológicos del conflicto y les protege de las redes de trata y de ser reclutados por grupos armados.

Sin acceso a la educación, estamos perdiendo a toda una generación de niños que no pueden aprender a leer ni a escribir. Niños que crecen sin la oportunidad de desarrollar todo su potencial porque la guerra les ha truncado la vida y les ha dejado sin nada. "Mi sueño es ser médico, pero no puedo seguir con mis estudios. Si vamos al colegio, nos intimidan y nos dicen que no nos quieren allí. Mi sueño es estudiar. No quiero volver a Siria, tampoco quiero quedarme en el Líbano", cuenta una chica siria desplazada de 17 años.

Incluso antes del impacto económico de la Covid-19, el 80% de la población siria vivía por debajo del umbral de la pobreza. Las cifras más recientes señalan que 6,2 millones de niños y niñas sirios no disponen de alimentos. Si no se actúa inmediatamente, este aniversario puede marcar de manera terrible a una segunda generación de niños y niñas sin oportunidades de tener una infancia digna y un futuro.

Coincidiendo con el décimo aniversario de esta cruda guerra, este 15 de marzo hemos entregado 400.000 firmas al Gobierno pidiéndole que proteja los derechos de la infancia en conflictos armados y acabe con la venta de armas a países en guerra ante el riesgo de que estas sean utilizadas para cometer graves violaciones contra la infancia. Porque hace falta más humanidad y responsabilidad más allá de nuestras fronteras.