Al menos tres muertos en Birmania en la jornada de huelga general

Al menos tres manifestantes prodemocracia han muerto este lunes en Birmania, donde bancos, comercios y fábricas han cerrado tras el llamamiento de los sindicatos a reforzar la huelga para asfixiar a la economía y presionar a la junta militar que dio un golpe de Estado el pasado 1 de febrero. Agricultores y trabajadores del sector privado han participado junto a activistas en concentraciones prodemocracia en todo el país. También se han sumado empleados públicos, a pesar de la amenaza de los militares de despedir a quien no se incorporara al trabajo.

Grupos de manifestantes se han saltado el toque de queda y se han reunido en varios puntos de la capital, Rangún, para exigir a las fuerzas de seguridad que levanten el cerco que mantiene atrapados a cientos de estudiantes prodemocracia en un barrio de la ciudad. "Libertad a los estudiantes de Sanchaung", gritaban los manifestantes. Las embajadas de Estados Unidos y el Reino Unido han pedido a la junta que permita salir a los jóvenes sitiados.

Durante la jornada, en Myitkyina (centro), se oyeron varias detonaciones y manifestantes cubiertos de sangre fueron trasladados lejos de la zona de disparos, según imágenes difundidas en las redes sociales. "Dos hombres murieron", y varias personas resultaron heridas, entre ellas una mujer grave por un disparo en el brazo, según un socorrista que requirió el anonimato. Una religiosa católica, vestida con un hábito blanco, se arrodilló en plena calle y le suplicó a los policías que no disparara, según imágenes difundidas por un medio local.

Servidores de datos

En Pyapon, a unos 100 kilómetros al sur de Rangún, la capital económica, un hombre de 30 años fue alcanzado por una bala en el estómago y murió, informó un testigo. Además, otros dos manifestantes fueron heridos de bala, según él.

Por otro lado, las fuerzas de seguridad allanaron la sede del medio de comunicación 'Myanmar Now' y se llevaron ordenadores, servidores de datos y una impresora. "Somos la primera sala de redacción atacada por el régimen. Trabajamos con miedo, pero la irrupción en nuestra oficina confirma que la junta no tolerará en absoluto los reportajes sobres sus delitos", señaló.

Los llamamientos a la huelga, realizados justo después del golpe, ya han tenido un impacto importante en muchos sectores, con bancos parados, hospitales cerrados y oficinas ministeriales vacías.

Minorías étnicas se sumaron a la protesta. Cerca de la ciudad de Dawei (sur), cientos de miembros de la etnia karen se manifestaron, agitando su bandera azul, blanca y roja, y pidiendo "terminar con la dictadura". El cortejo fue escoltado por rebeldes de la facción armada Unión Nacional Karen (KNU), que se movilizó para proteger a los manifestantes contra una posible represión de las fuerzas de seguridad. Numerosas mujeres se sumaron a las marchas en ocasión del Día Internacional de la Mujer.