Crisis sanitaria global

Draghi nombra a un general para luchar contra la pandemia en Italia

El general Paolo Figliuolo sustituye a Domenico Arcuri, muy cuestionado por las decisiones que ha tomado desde que empezó la crisis

Las últimas críticas han venido por la lentitud en la distribución de las vacunas y por la falta del personas sanitario en algunas regiones

Italia pandemia

Italia pandemia / Angelo Carconi / Efe

Rossend Domènech

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Dos semanas después de alcanzar la presidencia del gobierno, Mario Draghi ha cambiado toda la plana mayor que gestiona la emergencia por la pandemia y el plan de vacunaciones “Hay que dar un giro total”, había dicho Draghi, con la mirada puesta a las ya 500 pequeñas y medianas zonas rojas del país (Bolonia se cierra este miércoles) y a la cepa británica que avanza galopante hasta obligar a cerrar las escuelas de medio país. “Será un mes difícil”, había ilustrado diplomáticamente el titular de Sanidad, Roberto Speranza.

La última acción emprendida por Draghi ha sido la sustitución (le ha pedido que dimita) del interventor extraordinario para la emergencia, Domenico Arcuri, uno de los rostros más mediáticos de este año, sustituyéndolo por un general. “Quiero al militar que más sepa de logística”, pidió Draghi a Defensa, que le señaló Francesco Paolo Figliuolo. Una vida transcurrida en Afganistán, Kosovo y en los cuarteles de Italia. Jamás dio entrevista alguna. “Un hombre máquina”, le llaman.

Ningún medio de información italiano tilda a Draghi de militarizar la pandemia, sino que le apoyan a causa de una cierta incapacidad de gestión por parte de las autonomías. Desde el lunes se publica repetidamente que Italia es el país más rezagado de la UE en vacunaciones (5,05 % de la población), que hay autonomías que aún no han usado un solo vial de alguna vacuna, o que más de 800.000 vacunas han sido inoculadas de forma irregular. “La última pieza que falta es usar el artículo 120 de la Constitución para disminuir el poder de los presidentes regionales en materia sanitaria”, escribe el diario progresista 'Domani0, tocando un aspecto (la transferencia de Sanidad) que constituye uno de los ítems más criticados de este año.

Errores de gestión

A Arcuri le reprochan numerosos errores cometidos durante su gestión, algunos de los cuales pueden ser atribuidos al desconocimiento que al inicio tenían los gobiernos sobre la gestión de una pandemia. Como haber creado una aplicación como Inmuni (equivalente al Radar covid español) que no ha funcionado, haber prometido un aumento de las uci que no hizo y la contratación de pupitres escolares individuales y con ruedas para facilitar la vuelta al cole para el curso 2020-2021, pupitres que llegaron solo parcialmente. .

Sin embargo, lo que más parece preocupar sobre Arcuri es una investigación judicial en curso sobre la compra en China de 1.250 millones de mascarillas que afecta solo a un amigo suyo, experiodista de la Rai, Mauro Benotti, que ha cobrado 12 millones de euros de mediación. Arcuri ha sido investigado por ello, pero la fiscalía ha pedido el archivo y el juez aún no lo ha concedido.

La dimisión de Arcuri ha compactado dos partidos de la derecha (Liga, Forza Italia) en el gobierno y uno en la oposición (FdI, Hermanos de Italia), que pedían su cabeza desde hace meses. Sus aplausos se suman a las frecuentes salidas de tono, principalmente de Matteo Salvini, que desde dentro del Gobierno azuzan o la toman con el mismo Ejecutivo del que forman parte. La última de Salvini es la reclamación de cerrar de nuevo los puertos a la inmigración, después de que el Parlamento derogase una parte de sus decretos.