Violencia callejera

La muerte de dos menores de 14 años en peleas de bandas pone en guardia a las autoridades de Francia

Los dos incidentes han ocurrido con 24 horas de diferencia en el departamento de Essonne, al norte de París

El aumento de la violencia entre pandillas alarma a las autoridades

Exterior del colegio en Pont de Bois donde fue apuñalada la primera menor.

Exterior del colegio en Pont de Bois donde fue apuñalada la primera menor. / STEPHANE DE SAKUTIN

Irene Casado Sánchez

Irene Casado Sánchez

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El balance es dramático: dos adolescentes de 14 años asesinados en dos días en reyertas entre bandas rivales. Ambas tragedias comparten el mismo escenario: el departamento de Essonne, al norte de París. 

La madrugada de este lunes, una adolescente fallecía tras sucumbir a la puñalada que recibió en el abdomen tras interponerse en una refriega a las puertas de su instituto. La joven, benjamina de cuatro hermanos, "acababa de ser admitida para integrar una clase de relevos", un sistema de apoyo escolar creado para combatir la deserción y la marginación en las escuelas.

Tras el suceso, seis menores, de entre 13 y 16 años, incluido el presunto autor del crimen, fueron detenidos por las autoridades en el marco de una investigación por "asesinato de un menor " y "violencia en reunión". 

Solo 24 horas más tarde, otro joven de 14 años murió tras recibir una cuchillada en el tórax en una trifulca que reunió a más de una treintena de adolescentes, miembros de bandas enfrentadas procedentes de las comunas Epinay-sous-Sénart y Quincy-sous-Sénart. En la misma refriega, otro menor de 13 años fue herido de gravedad, víctima de un corte en la garganta. 

Tras este nuevo altercado, seis menores fueron detenidos y un séptimo de 15 años, el presunto responsable de la puñalada mortal, se presentó horas más tarde en comisaría. La refriega habría sido grabada en vídeo, una prueba que ayudará a las autoridades a la hora de esclarecer los detalles del suceso.

Si bien los dos casos no estarían, a priori, relacionados, como explicó la fiscalía de Évry, la funesta secuencia ilustraría una problemática en pleno ascenso. Según el ministerio público, los enfrentamientos entre adolescentes, "con rivalidades entre bandas y armas" de por medio, se producirían todas las semanas en el conflictivo departamento.

Dispositivo anti-reyertas

"Este drama se produce en un contexto en el que los incidentes entre jóvenes y las peleas entre bandas han aumentado en número, intensidad y gravedad [...] ningún sector es inmune a este tipo de fenómenos y dramas", comentó Eric Jalon, prefecto de Essonne, a la televisión BFMTV.

Frente a la escalada de violencia, el prefecto anunció su intención de reunir el próximo lunes "a los alcaldes de los diez municipios más afectados por este fenómeno [de enfrentamientos entre bandas] en el departamento", así como a las empresas de transporte y a los responsable de la Educación Nacional, para dotar a "cada uno de estos sectores de un verdadero dispositivo anti-reyertas".

A la espera de la puesta en marcha de estos eventuales mecanismos de prevención, el mismo prefecto aseguró que este martes había pedido a la gendarmería "que reforzara la vigilancia y el control en la zona de Saint-Chéron, Dourdan y los municipios vecinos para evitar la propagación de este fenómeno a corto plazo".

Por su parte, el ministro del Interior, Gerald Darmanin, informó de su intención de desplegar a "un centenar de policías y gendarmes" y reunir, este mismo fin de semana, a los prefectos de los departamentos de Île-de-France ya que "es efectivamente en [esta región] donde se produce el 90% de las peleas entre jóvenes". La multiplicación de estas trifulcas, un fenómeno que, a su parecer, "se multiplica [...] debido al mimetismo de las redes sociales y la mensajería cifrada", representa ya un "desafío de seguridad" para Francia.

Según las cifras del Ministerio del Interior, 357 reyertas entre bandas fueron contabilizadas en todo el territorio nacional en 2020, y 186 de ellas fueron registradas en los barrios limítrofes de París. El departamento de Essonne contabilizó 99 enfrentamientos, una cifra nada desdeñable que supone un incremento del 80% respecto al año anterior, cuando las autoridades contabilizaron 55 altercados de estas características.

En otras palabras, los enfrentamientos entre bandas rivales "gangrenan Essonne y ponen a los menores en primera línea", resumió este martes la fiscal Caroline Nisand a la luz de los acontecimientos.

Ritos, redes sociales y violencia

"Se ha convertido en una prueba, un rito de iniciación: sabes pelearte, eres uno de los nuestros", explica al diario 'Le Parisien' Guillaume Roux, miembro del sindicato de policía Unité-SGP 91. Los enfrentamientos entre bandas rivales, formadas por adolescentes, serían el escenario perfecto para jurar lealtad y confirmar su pertenencia a la pandilla. Pero nada de esto sería posible sin la existencia de las redes sociales: "Hay una digitalización de los conflictos", detalla la socióloga Marwan Mohammed, especialista en juventud urbana, en las páginas de 'Le Monde'.

Ya no es necesario un cara a cara para iniciar un conflicto entre adolescentes, el espacio virtual reemplaza al espacio físico, facilitando el nacimiento de las disputas entre jóvenes. Las redes sociales no solo ayudan a nutrir estos conflictos, también multiplicarían a su público. "Los enfrentamientos son seguidos en tiempo real por cientos de personas […] los hechos y el prestigio [de los participantes] son comentados, calificados y evaluados online", insiste la socióloga.

La muerte de dos adolescentes en los últimos dos días demuestra la dimensión de un problema que se cuela a menudos en las páginas de sucesos de la prensa francesa. El pasado mes de enero, las imágenes de una brutal paliza propinada a un joven de 15 años en París conmocionó a la opinión púbica. Ocho menores fueron acusados de "tentativa de asesinato, violencia de bandas y robo". El adolescente, llamado Yuriy, llegó en estado crítico al hospital.

Las peleas entre bandas no son un hecho aislado y las causas tras ellas son diversas. "La segregación, el fracaso escolar, la falta de perceptivas, las dificultades de integración o las situaciones familiares complicadas" se encuentran en el origen de esta funesta violencia que se lleva por delante la vida y el futuro de los más jóvenes.