Argentina tiene su propio "vacunagate"

El presidente Alberto Fernández le pidió la renuncia a su ministro de Salud, Ginés González García

El presidente argentino, Alberto Fernández

El presidente argentino, Alberto Fernández / AFP

Abel Gilbert

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Aunque en menor escala que en Perú, Argentina ya tiene su propio "vacunagate". Las denuncias de una inmunización preferencial y a escondidas de un acotado grupo de dirigentes y personas afines al Gobierno obligó al presidente Alberto Fernández a echar al ministro de Salud, Ginés González García. Fernández no pudo sostenerlo cuando comenzó la embestida de las fuerzas opositoras y los medios de comunicación. García había enfrentado con cierto éxito la tarea de hacer renacer de las cenizas a la estructura sanitaria de un país donde en 2019 no existía un ministerio de Salud. A pesar de que se evitó un colapso de los hospitales y las unidades de cuidado intensivo durante la pandemia, el covid-19 mató a casi 51.000 personas e infectó a otras dos millones. 

Carla Vizzotti fue designada por el presidente como reemplazante. Ella estaba al frente de una de las secretarías del ministerio y ha desempeñado un papel importante durante los peores meses del confinamiento. Fue la encargada de negociaciones con Rusia para que llegaran las primeras dosis de la vacuna Stupnik V en diciembre pasado.

La salida de González García tiene lugar en el medio del complejo proceso de vacunación "equitativo y federal" del personal de salud y los mayores de 70 años.

El "vacunagate" estalló el viernes cuando Horacio Verbitsky, un periodista de investigación conocido por su papel en defensa de los derechos humanos, contó públicamente haber recibido la Sputnik V en una dependencia ministerial. Pocas horas después, el diario Clarín aseguraba que el ministro de Exteriores, Felipe Solá,  el diputado Eduardo Valdés, amigo personal de Fernández, el el senador Jorge Taiana y el poderoso sindicalista Hugo Moyano, así como parte de su familia, recibieron el mismo trato preferencial. La lista se completa con un par de empresarios y un médico de 94 años.

"Nunca pensé que estaba haciendo algo ilegal. Nunca le sacaria la vacuna a nadie, todo lo que hice fue porque viajaba a la ciudad de México con el presidente y pensé que tenía que llegar vacunado", dijo el diputado Valdés. "Soy un gran respetuoso de Ginés González García, que bastante lo han vapuleado en esta pandemia. No me pidan a mí que lo critique. Somos uno de los 16 países que tienen vacunas, y parte es gracias a él".

La vacunación

Argentina transita lentamente la séptima semana de la campaña de vacunación contra el coronavirus. Hasta el momento se han distribuido 1.173.115 dosis, de las cuales se aplicaron 391.975 del primer componente y 241.662 del segundo de la Sputnik V. El Gobierno ha recibido a su vez casi 600.000 vacunas Covishield, producidas por el laboratorio Serum Institute de la India y desarrolladas por la Universidad de Oxford y AstraZeneca. Las autoridades mantienen a su vez negociaciones con Pfizer, Sinopharm y Janssen y esperan recibir nueve millones de dosis a través del Covax, el mecanismo de compra colectiva impulsado por la OMS.

 Antes de dimitir, González García aseguraba que en setiembre próximo, un mes antes de los comicios legislativos, todos los habitantes estarían inmunizados. En medio de una crisis económica de proporciones, y un índice de pobreza cercano al 50% de la población, la posibilidad de vacunar a la mayoría de los argentinos es la única oferta electoral plausible con la que cuenta el peronismo de cara a la contienda.