Abusos en la universidad

Escándalo en Francia por la denuncia de casos de violencia sexual en las escuelas de la élite política

Bajo el hashtag #SciencesPorcs, cientos de estudiantes denuncian haber sufrido acoso y abusos sexuales en el seno de los diez Institutos de Estudios Políticos de Francia

El movimiento denuncia la pobre respuesta de las prestigiosas instituciones académicas, acusadas de “complicidad en la cultura de la violación”

El profesor Christine Mennesson (izquierda), y el director del Instituto de Estudios Políticos de Toulousse, Olivier Brossard, dan cuenta de una investigación por violación en el centro.

El profesor Christine Mennesson (izquierda), y el director del Instituto de Estudios Políticos de Toulousse, Olivier Brossard, dan cuenta de una investigación por violación en el centro. / LIONEL BONAVENTURE

Irene Casado Sánchez

Irene Casado Sánchez

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"El año pasado, fui violada por un estudiante de mi promoción". "Sé que muchas de nosotras fuimos agredidas sexualmente durante nuestros años allí". Allí no es un lugar cualquiera. Se trata de Sciences Po Aix-en-Provence, uno de los diez Institutos de Estudios Políticos (IEP) de Francia, cuna de la élite de la función pública. Bajo el hashtag #SciencesPorcs, los relatos de violencias sexistas y sexuales cometidas en el seno de estas "grandes escuelas" se multiplican en las redes sociales. A los crudos testimonios, se suma una crítica común: la inacción de las prestigiosas instituciones, acusadas de ser "cómplices de la cultura de la violación"

"¿Hasta qué punto ya lo sabían y no hicieron nada? Esa es la cuestión principal", plantea la activista feminista Anna Toumazoff, antigua alumna de Sciences-Po Toulouse y precursora del movimiento. "Porque además de los testimonios, también recibo muchas pruebas demoledoras contra los IEP de una inacción total y una elección deliberada de dejar a los violadores impunes", continúa Toumazoff en la antena de France Info

“#SciencesPorcs, en los IEP, ¿una ‘cultura de lo anormal’?”, se pregunta el diario La Croix ante la magnitud del movimiento que suma cientos de testimonios. "El dispositivo [gran] escuela cultiva un 'entre-sí' más acentuado que será quizás más propicio a este tipo de affaires”, responde el director de Sciences-Po Estrasburgo, Jean-Philippe Heurtin. Si bien, a su parecer se trata de "un problema estructural en la enseñanza superior" y no de una cuestión "específica" de los Institutos de Estudios Políticos. 

Un “espíritu de equipo” con consecuencias nefastas 

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Estudiar en estas grandes escuelas es, en resumen, pasar a formar parte de la bolsa de trabajo del alto funcionariado, de la futura élite francesa, una promesa que también alimenta la ley del silencio en torno al acoso y los abusos en su seno. “El miedo a futuras represalias simbólicas y sociales por parte de otros estudiantes puede desalentar a las víctimas a denunciar cualquier abuso, el miedo a la exclusión en un entorno tan cerrado es muy importante”, subraya Gérard-Rodriguez.

Cero prevención y mecanismos malogrados

Ministerio de Enseñanza SuperiorLibérationuna veintena de células

Más allá del número de dispositivos, ciertamente insuficiente, aparecen otras problemáticas: la falta de comunicación sobre su existencia y la escasa formación del personal administrativo o pedagógico a su cargo. “Si las víctimas prefieren expresarse en las redes sociales, es porque actualmente no pueden encontrar las respuestas que necesitan en sus instituciones [universitarias]”, resume una estudiante de Sciences-Po Toulouse al periódico Libération

“Los mecanismos son insuficientes, los estudiantes no confían en las células de escucha -insiste Clara Gérard-Rodriguez-. Las administraciones de las ‘grandes escuelas’ no pueden conformarse con crear estos dispositivos que sólo sirven para reparar las consecuencias de un problema, hay que combatir su origen a través de la prevención y una política de tolerancia cero”. 

Investigación en marcha 

mejorar en la práctica"

Tras la movilización en las redes sociales, la cuestión ha saltado al plano judicial. Una investigación preliminar por violación ha sido abierta en Toulouse, dos por agresión sexual en Grenoble y un informe firmado por el director de Sciences-Po Estrasburgo ha sido enviado a la Fiscalía. 

Sciences-Po: la fábrica de élites se desintegra”, escribe el periódico Libération sintetizando el seísmo que golpea a la institución. Pues, al popular hashtag se suma otro escándalo: el director de Sciences-Po París, Frédéric Mion, dimitió hace una semana de su cargo por haber guardado silencio sobre el presunto caso de incesto protagonizado por Olivier Duhamel, profesor de la institución y flamante figura de la élite intelectual parisina

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