Cuerpo cuestionado

Los Carabineros de Chile, en el ojo del huracán tras un nuevo episodio de violencia

La refundación del cuerpo se convertirá en uno de los temas prioritarios de las elecciones constituyentes de abril

Protesta durante el funeral por la muerte del malabarista asesinado a tiros por un carabinero.

Protesta durante el funeral por la muerte del malabarista asesinado a tiros por un carabinero. / ALBERTO VALDÉS

Abel Gilbert

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Panguipulli quiere decir "loma de pumas" en mapudungun, la lengua del pueblo mapuche. En esa ciudad ubicada 800 kilómetros al sur de Santiago, conocida por sus imponentes paisajes australes, parece haberse extendido el acta de defunción de los Carabineros, la policía militarizada de Chile, otra vez implicada en un episodio atroz. El pasado 5 de febrero, Francisco Martínez Romero hacía malabarismos en una esquina. Un carabinero lo consideró sospechoso porque jugaba con sables, y no dudó en pedirle sus documentos de identidad. El artista callejero se negó a finalizar con su espectáculo. Primero recibió un disparo. Luego otro. Y así hasta quedar abatido por cinco balazos.

El policía dijo que fue un acto de legítima defensa. Pero en la era de los teléfonos inteligentes las palabras quedan de inmediato sepultadas por las imágenes. La escena del crimen comenzó a propagarse por las redes sociales. No había duda: el agente Juan González decidió zanjar su discusión con el malabarista al amparo de su arma reglamentaria. Entonces, en la apacible Panguipulli, se activó de inmediato la protesta social. Hubo enfrentamientos con la policía e incendios de edificios públicos. El malestar no tardó en llegar a la capital chilena.  La movilización se realizó bajo la consigna de "el arte callejero no es delito".

El agente González fue arrestado. "El último proyectil percutido no se encuentra amparado por el derecho y constituye un exceso policial en el uso de la fuerza", consideró la fiscalía. La institución policial salió en su defensa. Dijo que el uniformado respondió a balazos frente a "un peligro inminente" para su vida. No hizo más que añadir gasolina a las llamas de la indignación.

Un historial negro

Los Carabineros llevan inscrita en su historia la marca de la violencia desde su fundación, hace 93 años. De hecho, su nombre, que alude a los "portadores de carabinas", está asociado a numerosos hechos de sangre que tienen su punto de máximo aquelarre durante la dictadura del general Augusto Pinochet (1973-90). La represión del estallido social de octubre de 2019, con centenares de chilenos lesionados en los ojos, incluso con ceguera parcial, por los disparos indiscriminados, colocó a la institución en el centro de los cuestionamientos políticos de parte de toda la oposición. Varios organismos defensores de los derechos humanos, tanto de Chile como internacionales, denunciaron la violencia sistemática contra los manifestantes. Como si fuera poco, los Carabineros tienen la marca de la corrupción por un desvío de fondos millonario.

En este contexto se conoció el caso del malabarista. La Comisión Chilena de Derechos Humanos presentó una querella contra el propio presidente Sebastián Piñera y su ministro del Interior y Seguridad Pública, Rodrigo Delgado, y el director de los Carabineros de Chile, el general Ricardo Yáñez Reveco. El Estado, dijo el abogado Carlos Margotta Trincado, "tiene la obligación de proteger el derecho a la vida". Sin embargo, esa obligación, "ha sido incumplida" desde octubre de 2019 hasta la fecha.

La era de la disolución

"El asesinato de Francisco Martínez nos recuerda la urgencia de disolver los Carabineros", señalaron Haydee Oberreuter y Emilia Schneider en el diario digital 'El Mostrador'. Chile, añadieron,  necesita "refundar una nueva policía, sometida al poder civil y al servicio de la comunidad". La actual institución, "reforzada en dictadura, y protagonista de los pasajes más oscuros de nuestra historia, no tiene cabida" en el país "que queremos construir a partir de este proceso constituyente que se encuentra en curso". La nueva policía, no puede funcionar "como un cuerpo político" y debe responder "a parámetros de transparencia". Otros especialistas llaman a inspirarse en las experiencias de Francia, Inglaterra e, incluso, Uruguay.

Piñera puede convertirse, contra su voluntad, en el que acelere esa transformación. "El presidente lo sabe, lo he conversado con él, de que sería vital tratar de tener una suerte de refundación de los Carabineros", dijo la ministra de Desarrollo Social y Familia, Karla Rubilar.

Mientras el debate comienza a tomar otro cuerpo, y a dos meses de las elecciones constituyentes, la perplejidad social ya no mira solo hacia Panguipulli. En Calama, 1.250 kilómetros al norte de Santiago, dos carabineros acaban de ser arrestados por su responsabilidad en la muerte de un hombre al que abandonaron en la vía pública cuando todavía agonizaba. Como era un indigente, consideraron que no necesitaba ayuda.

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