Arrestos masivos en Rusia

El Kremlin minimiza las movilizaciones de apoyo a Navalni y acusa a EEUU de injerencia

El portavoz presidencial sostiene que el sábado salieron "pocas personas" a protestar en Rusia

Dirigentes políticos rusos denuncian la "injerencia" de EEUU y la UE en los asuntos internos del país

Una manifestación multitudinaria en Rusia en apoyo a Navalni.

Una manifestación multitudinaria en Rusia en apoyo a Navalni. / Europa Press

Marc Marginedas

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El Gobierno de Rusia no afronta ningún problema de descontento masivo entre su población, el fenómeno Navalni está siendo azuzado de forma artificial por la prensa foránea y potencias extranjeras están interfiriendo en los asuntos internos del Estado. Ésta es, en síntesis, la reacción dominante entre la clase dirigente y el 'establishment' ruso al día siguiente de las manifestaciones de protesta no autorizadas más multitudinarias celebradas en el país eurasiático durante los últimos años.

Mediante su portavoz, Dmitri Peskov, el Kremlin ha minimizado este domingo la importancia y el tamaño de las acciones y mítines que tuvieron lugar el día anterior en cerca de un centenar de ciudades y pequeñas localidades de Rusia. "Ahora dirán que mucha gente participó en la acción ilegal; no, salió poca gente, mucha gente vota por Putin", ha declarado el vocero presidencial durante una entrevista concedida al primer canal de televisión.

A su vez, el responsable ha enfatizado que no existe "comparación" posible entre las decenas de miles de personas que salieron a la calle, a los que calificó de "ciudadanos rusos" también, y los millones de personas que, según los datos oficiales, apoyaron la reforma constitucional sometida a votación a principios del verano pasado. En dicha consulta electoral, de acuerdo con los resultados proporcionados por el Gobierno, votaron casi 75 millones de personas, un 78,5% de los cuales lo hizo a favor de unas enmiendas que convierten a Putin en presidente vitalicio 'de facto'. Sin embargo, las oenegés independientes rusas calificaron la consulta electoral como la "menos transparente" de todas las celebradas desde la desintegración de la URSS, ofreciendo innumerables ejemplos de "manipulación electoral".

Supuesta injerencia y apoyo

La supuesta injerencia y apoyo a los manifestantes, en particular de EEUU y la UE, es otra de las ideas que han destacado autoridades y líderes próximos a la oficialidad. Tras las críticas de la portavoz de Exteriores, Maria Zajárova, al comportamiento de la embajada de EEUU en Moscú, Peskov se ha convertido en la segunda voz en censurar a la citada legación. "Por supuesto, es una injerencia directa e indirecta en nuestros asuntos internos", ha denunciado. Diplomáticos norteamericanos han declarado que están pendientes de las protestas y han condenado las trabas en Rusia a la libertad de expresión.

Pese a las recriminaciones, el portavoz presidencial ha mostrado un tono conciliador y ha tendido la mano al Gobierno de Joe Biden para iniciar el diálogo bilateral. "Si la actual Administración está dispuesta a ello, no tengo ninguna duda de que el presidente (ruso) responderá adecuadamente", ha destacado. Rusia fue uno de los últimos países en felicitar al presidente norteamericano por su elección. En su rueda de prensa anual, Putin cargó con dureza contra EEUU y lanzó numerosos dardos contra el actual líder de la Casa Blanca que muchos analistas consideraron como amenazas veladas, realzando a su vez la figura y los apoyos recabados durante los polémicos comicios presidenciales por el expresidente Donald Trump.