El virus en Europa

Portugal cierra todos los colegios ante el avance del covid

El Gobierno mantendrá las aulas cerradas durante al menos dos semanas

Costa justifica la medida debido a la propagación de la variante británica

Antonio Costa

Antonio Costa / EFE / EPA / MIGUEL A. LOPEZ

Lucas Font

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El Gobierno portugués ha cedido finalmente a las presiones de los epidemiólogos y de la oposición y cerrará todos los colegios durante dos semanas. Una medida que entrará en vigor a partir de este viernes y que el primer ministro, António Costa, ha justificado por el avance de la cepa británica en el país. “Hemos verificado que hay un crecimiento muy acentuado de la presencia de esta cepa. La semana pasada teníamos un 8% de prevalencia, esta semana tenemos un 20% y los estudios apuntan a que podemos llegar a un 60% en las próximas semanas”, ha asegurado Costa.

El primer ministro ha anunciado que la interrupción de las aulas se verá compensada más adelante, con la extensión del calendario escolar. El Ejecutivo también facilitará a los padres las faltas justificadas al trabajo, mantendrá abiertos los centros de acogida para los menores de 12 años cuyos padres trabajen en servicios esenciales y seguirá apoyando a los beneficiarios de las becas comedor.

 Costa ha insistido, sin embargo, en que los colegios no son los principales focos de contagios. “Las escuelas no son el foco de transmisión. El hecho de cerrar los colegios para proteger a los alumnos y profesores no implica que las medidas de limitación de circulación y de confinamiento domiciliario deban ser descuidadas”, ha advertido. El Ejecutivo se había resistido hasta ahora al cierre de los centros por los “grandes daños” que supone la interrupción del proceso de aprendizaje.

Suspensión de juicios

Además del cierre de los centros educativos, el Gobierno también ha ordenado la suspensión de los procesos judiciales no urgentes y el cierre de las oficinas de atención a la ciudadanía. Unas medidas que se suman a las ya dictadas en los últimos días como el cierre del comercio no esencial y de la hostelería -que solo puede hacer pedidos para llevar-, así como de cines, teatros y salas de conciertos. La celebración de actos religiosos está permitida, aunque la iglesia católica ha anunciado que cancelará todas las misas a partir del próximo sábado.

 En definitiva, se trata de unas restricciones muy parecidas a las de la primera ola. Portugal atraviesa el peor momento de la pandemia: este jueves se ha registrado un nuevo récord de muertes, 221, y la segunda peor cifra de contagios, 13.544. El número de hospitalizaciones ha alcanzado un nuevo máximo y los ingresos en las UCI han superado la barrera de los 700, con algunos hospitales obligados a trasladar pacientes a otros centros e incluso a hospitales de campaña.