Oriente Próximo

Israel abandona a los palestinos en su plan de vacunación masivo

La población de los territorios ocupados deberá esperar hasta marzo para recibir las primeras dosis

El Gobierno ultraconservador israelí presume de ser el país líder mundial en vacunación

cisjordania israel palestina

cisjordania israel palestina / periodico

Andrea López-Tomàs

Andrea López-Tomàs

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El éxito de la campaña de vacunación de Israel, con más del 20% de su población inmunizada, tiene sus sombras. Mientras el país lidera los ránkings mundiales de vacunación, los cinco millones de palestinos que viven en la Cisjordania ocupada y la Gaza bloqueada aún deberán esperar meses para recibir sus dosis. Analistas y expertos internacionales reivindican la obligación legal, moral y humanitaria de Israel de vacunar a la población palestina que vive bajo su ocupación militar.

Hace unas semanas, el primer ministro israelí, Binyamin Netanyahu, anunciaba con convicción que su país saldría de la pandemia en primavera -justo a tiempo para las elecciones-. Sobre esas fechas, también llegarán las vacunas al otro lado de la Línea Verde que separa los territorios palestinos ocupados de Israel. La Autoridad Palestina (AP) ha declarado que recibirá sus primeras dosis en marzo después de un acuerdo con la farmacéutica AstraZeneca.

"La búsqueda por parte de los líderes palestinos para obtener las vacunas de diversas fuentes no exime a Israel de sus deberes hacia el pueblo palestino de proporcionar las dosis", ha recordado Riyad al Maliki, ministro palestino de Relaciones Exteriores. Entre Gaza y Cisjordania, las cifras de contagios superan los 148.000 casos y los 1.610 muertos desde el inicio de la pandemia. El coronavirus vino a empeorar una situación crítica ya de por sí con la crisis económica de la AP y la presencia de un sistema de salud mal abastecido y con instalaciones médicas deficientes a causa de la ocupación.

Polémico debate

Expertos en derecho internacional han analizado repetidas veces el polémico debate en torno a la responsabilidad legal de Israel sobre los territorios que ocupa. El Acuerdo de Oslo de 1995 delega la responsabilidad de la atención médica a las autoridades palestinas pero, a la vez, obliga a las dos partes a cooperar en la lucha contra las pandemias. En derecho internacional, el Convenio de Ginebra obliga a la potencia ocupante a garantizar suministros médicos y prevenir las enfermedades contagiosas y las epidemias.

"En otras palabras, el régimen israelí tiene la obligación legal de adquirir una cantidad suficiente de vacunas para los palestinos que viven bajo su ocupación militar", reivindica la analista palestina Yara Hawari en Al Jazeera. En esta línea, la AP solicitó 10.000 dosis para inmunizar a los trabajadores sanitarios de primera línea pero Israel denegó esta petición, según informa la Organización Mundial de la Salud. Como un "gesto humanitario", el Gobierno israelí ha informado de que habría entregado 100 dosis de vacunas a la AP, pero esta niega haberlas recibido.

"Racismo y apartheid"

La desatención de Israel a la población palestina puede tener graves consecuencias sobre la propia sociedad israelí, ya que a diario unos 60.000 palestinos cruzan a territorio soberano israelí para trabajar, la mayoría en el sector de la construcción. Mientras esperan la llegada de las vacunas de AstraZeneca, los territorios palestinos también aguardan la aprobación de COVAX. Este mecanismo promovido por la OMS proporcionará vacunas gratuitas a 90 países que no pueden financiarlas.

Si todo sale según lo planeado, COVAX proveerá de dosis suficientes para inmunizar a alrededor del 20% de la población palestina. Aunque se prevé que las vacunas no lleguen hasta mediados de año. Además, las dosis aterrizarán en los aeropuertos israelís antes de ser transferidas a los territorios ocupados, augurando un aumento de los retrasos. Mientras, Israel lleva casi un mes vacunando, convirtiéndose en el primer país del mundo en índice de vacunación con el 20% de su ciudadanía inmunizada.

"Esta situación pone de relieve el racismo en el corazón de la sociedad israelí", denuncia el analista judío-estadounidense Richard Silverstein en ‘Middle East Eye’, "mostrando cómo Israel es una nación basada en el apartheid, con derechos, privilegios y beneficios superiores ofrecidos a los judíos e inferiores a los palestinos".