Asalto a la democracia

Trump busca una alternativa a Twitter

El asalto al Capitolio deja al presidente de EEUU sin sus principales plataformas de comunicación con el mundo

Silicon Valley cierra las puertas de sus tiendas de aplicaciones a Parler, una de las opciones barajadas por el republicano

El mandatario ha comunicado a sus allegados que le gustaría crear su propia red social

Captura de la cuenta de Twitter de Trump suspendida.

Captura de la cuenta de Twitter de Trump suspendida. / JOSHUA ROBERTS

Ricardo Mir de Francia

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Franklin D. Roosevelt utilizó la radio para colarse en la intimidad de millones de hogares estadounidenses durante los años bárbaros de la Gran Depresión y la Segunda Guerra Mundial. La presidencia de John F. Kennedy convirtió a la televisión en el medio por antonomasia de la comunicación política. Y así hasta que Donald Trump inauguró hace cuatro años la primera presidencia pilotada desde las redes sociales. El republicano hizo de Twitter su plataforma de comunicación sin filtros para llegar instantáneamente a sus 88.7 millones de seguidores, un altavoz utilizado de forma obsesiva para dictar la agenda política, ajustar cuenta con sus detractores y mandar recados a sus aliados políticos. 

Pero esa misma cuenta se convirtió también en el estercolero de teorías conspiratorias, arengas racistas e incitación a la violencia que ha llevado a Twitter, Facebook o Instagram a suspender las cuentas del todavía presidente, una de las consecuencias que ha dejado el asalto al Capitolio de sus seguidores. Para muchos, la decisión de Silicon Valley llega tarde; para otros, es una peligrosa mordaza a la libertad de expresión, pero lo cierto es que amenaza con abocar a Trump a la irrelevancia tras perder su megáfono de comunicación instantánea con el mundo. Desde que se anunciara el veto, varias personalidades del universo mediático conservador, como Rush Limbaugh y Mark Levin, han anunciado su marcha de Twitter en señal de protesta. Y desde el entorno del presidente se barajan alternativas para que vuelva a tener un canal de comunicación con el mundo. 

La red social de los Mercer

Parler es una de ellas, aunque carece del aura de respetabilidad de Twitter. Creada en 2018 para dar cabida sin filtro alguno a las voces conservadoras y financiada por la familia Mercer, los llamados banqueros del trumpismo que pusieron también en marcha ‘Breitbart’, Parler se ha convertido al igual que Gab en una de las plataformas de la extrema derecha para ventilar sus conspiraciones y sus amenazas. En los días previos al ataque al Capitolio, los llamamientos a la insurrección y la violencia afloraron en sus foros. “¿A quién queréis que ‘despachemos’ primero?”, decía una reciente entrada. Daba varias opciones como la demócrata Nancy Pelosi, el presidente del Tribunal Supremo, John Roberts, o el vicepresidente Mike Pence, quien contribuyó a certificar la victoria de Joe Biden en el Congreso. El trumpismo ha convertido a Pence en un “traidor”, tanto que Twitter tuvo que eliminar el viernes el hashtag “colgar a Mike Pence” después de que se convirtiera en Trending Topic. 

Pero también Parler se ha topado con el veto de Sillicon Valley. Google, Apple y Amazon han anunciado que la aplicación dejará de estar disponible en sus tiendas electrónicas. El veto deja a Trump sin muchas opciones. Desde el entorno del presidente se dice que preferiría crear su propia red social para tener el control absoluto y eventualmente monetizarla, pero como apuntan los expertos es una empresa complicada que lleva tiempo y dinero si se aspira a crear una comunidad con millones de usuarios. Entre tanto a Trump no le queda mucho más que recurrir a los canales institucionales para comunicarse con el mundo. Por primera vez en cuatro años, no controla la conversación y está en gran medida desaparecido.