Inédito en la historia de EEUU

Trump está considerando perdonarse a sí mismo

El presidente lo ha consultado a sus asesores para evitar investigaciones judiciales, según 'The New York Times'

También está considerando perdones preventivos para su familia y su abogado Giuliani

El presidente de EEUU, Donald Trump.

El presidente de EEUU, Donald Trump. / EFE

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El presidente saliente de EEUU, Donald Trump, ha hablado recientemente con varios colaboradores sobre la posibilidad de perdonarse a sí mismo de forma preventiva, con el fin de eludir posibles investigaciones una vez abandone la Casa Blanca, según publica en exclusiva 'The New York Times'.

El diario, que cita a dos fuentes anónimas con conocimiento de las conversaciones, señala que Trump ha sacado el asunto a relucir en varias ocasiones desde su derrota electoral y ha preguntado a miembros de su equipo sobre los efectos jurídicos y políticos que podría tener la medida.

Según el diario, no está claro si el mandatario ha vuelto a abordar la cuestión después del fallido asalto de sus simpatizantes al Capitolio este miércoles, que se produjo después de que el propio Trump les animase a ir a la sede del legislativo para denunciar un supuesto fraude electoral que clama sin aportar pruebas.

Además, según el Times, el magnate también está considerando perdones preventivos para varios miembros de su familia --incluidos sus hijos Donald Trump Jr., Eric Trump e Ivanka Trump--, para el marido de esta última y asesor de la Casa Blanca, Jared Kushner, y para otras figuras cercanas como el abogado de Trump, Rudolph Giuliani.

La Fiscalía de Nueva York, que ha ya que se investigue la "culpabilidad legal" de Trump por el asalto al Capitolio por parte de sus seguidores, ha advertido de que dar perdones "bajo circunstancias corruptas" le hacen susceptible de enjuiciamiento una vez abandone el cargo. "Durante meses el presidente Trump, su familia y socios han fomentado salvajes teorías conspirativas que han llevado a estos actos de terror y sedición (...). Llamo al Departamento de Justicia a iniciar inmediatamente una investigación de este intento de insurrección y buscar responsabilidades por aventar las llamas que han llevado a este golpe fallido", señala la fiscal Letitia James en una carta al fiscal general en funciones de EEUU, Jeffrey Rosen.

Medida inédita en la historia

Que un presidente se perdone a sí mismo sería algo inédito en la historia de Estados Unidos, pero Trump ya ha hablado en público repetidamente sobre esa opción, defendiendo que tiene el “derecho absoluto” a hacerlo, algo que cuestionan numerosos expertos.

En toda la historia, el único presidente estadounidense que recibió un perdón fue Richard Nixon, que lo obtuvo del que fuera su vicepresidente, Gerald Ford, un mes después de dejar el poder y cubriendo todos los posibles crímenes cometidos durante su presidencia, marcada por el escándalo del Watergate.

El líder republicano planteó la opción del autoperdón especialmente durante la investigación de la llamada trama rusa, que indagó los supuestos lazos entre Rusia y su campaña en las elecciones de 2016. El caso se cerró sin que Trump fuese acusado de ningún delito por unas normas del Departamento de Justicia que establecen que un jefe de Estado no puede ser imputado mientras está en el poder.

Sin embargo, el fiscal especial del caso, Robert Mueller, insistió en todo momento en que el mandatario no fue exonerado, lo que hace que potencialmente pueda ser enjuiciado cuando deje la Casa Blanca.

Según algunos analistas, Trump podría enfrentarse también a algún tipo de responsabilidad ante la Justicia por haber presionado a la máxima autoridad electoral de Georgia para que manipulara los resultados de los comicios de noviembre o por incitación a la violencia en el asalto al Capitolio.

Desde su derrota en las elecciones de noviembre, Trump ya ha perdonado al general Michael T. Flynn, su primer asesor de seguridad nacional y quien se declaró culpable de haber mentido al FBI sobre sus contactos con agentes rusos, y a otras dos personas implicadas en la misma trama.

Los perdones presidenciales se aplican a los casos federales, por lo que no afectarían a investigaciones por posibles violaciones de leyes estatales, como la que hay abierta en Nueva York contra Trump por supuestas irregularidades financieras de su empresa.