Pacto de Brexit

Johnson se enfrenta a las críticas de un acuerdo con muchas lagunas

El primer ministro reconoce que el acceso de los servicios financieros a los mercados de la UE "quizás no va tan lejos como hubiéramos querido”

Los líderes en el sector de la pesca acusan a Johnson de “traición”

El primer ministro británico, Boris Johnson, en la rueda de prensa de este sábado en la que ha anunciado las nuevas restricciones.

El primer ministro británico, Boris Johnson, en la rueda de prensa de este sábado en la que ha anunciado las nuevas restricciones. / TOBY MELVILLE

Begoña Arce

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A medida que avanza la lectura detallada del acuerdo de 1.426 páginas estableciendo las futuras relaciones entre el Reino Unido y la Unión Europea, van apareciendo lagunas, pérdidas y concesiones, que ni siquiera la propaganda del equipo de Boris Johnson puede camuflar.

En una entrevista con el Sunday Telegraph, un periódico portavoz de los conservadores, el primer ministro reconoció que el acuerdo del Brexit no va “quizás tan lejos como hubiéramos querido”, en el acceso de los servicios financieros a los mercados de la Unión Europea. La oposición laborista habla de “acuerdo limitado”, que precisa de “más trabajo” para proteger los empleos. Los líderes en el sector de la pesca acusan a Johnson de “traición” y de haberse rendido ante la presión de Bruselas.

Eurófobos en acción

Los diputados conservadores eurófobos, los llamados brexiteers, están analizando con lupa el pacto con su propio equipo legal, temerosos de que Johnson les haya metido un gol. El denominado European Research Group (Grupo de Investigaciones Europeas) decidirá si apoyará o no el acuerdo cuando se someta a votación el miércoles en la Cámara de los Comunes. En términos prácticos da igual. El gobierno cuenta con una mayoría más que holgada para la aprobación. “Creo que sobrevivirá al más duro y despiadado escrutinio”, afirma el primer ministro. Pero Johnson quiere contar con el respaldo de su partido, reafirmar su autoridad, presentar ante los británicos lo conseguido como una victoria y zanjar de una vez por todas las divisiones entre los ‘Tory’ sobre Europa.   

Johnson asegura que se centrará a partir de ahora en “equilibrar el nivel en el país”, limar desigualdades sociales en las regiones más desfavorecidas, “servir a la gente que siente que se ha quedado atrás”.  El gran logro con el acuerdo ha sido “mantener el libre comercio con la UE, sin ser arrastrados a su órbita regulatoria o legislativa”. Las oportunidades para todos van a aumentar, asegura, tras la salida de la UE.

La pesca, el sector sacrificado

Barrie Deas, de la Federación Nacional de Organizaciones de Pescadores acusa al primer ministro de haber “sacrificado” la pesca a otras prioridades, cuando el tema se convirtió en el principal escollo en las negociaciones del acuerdo. Las capturas de la flota pesquera de la Unión Europea se han reducido en un 25% y la cantidad de pesca que los británicos podrán capturar en sus aguas va a ir aumentando desde aproximadamente la mitad, hasta dos tercios para finales de un periodo de transición de cinco años y medio. Después de eso el Reino Unido podrá reducir libremente el acceso de sus cuotas a la UE, aunque Bruselas puede tomar represalias.

Los servicios financieros en el aire 

El ministro de Finanzas, Rishi Sunak, trata también de tranquilizar a la City ante los perjuicios que se derivan del acuerdo sobre el acceso de los servicios financieros a los mercados de la UE. “Ahora podemos hacer las cosas de manera diferente”, vamos a ver “cómo hacemos para la City de Londres sea un lugar más atractivo para las nuevas compañías en cualquier lugar del mundo” declaró. Los servicios financieros basados en el Reino Unido han perdido el acceso automático al mercado único de la UE. Ambas partes deben negociar un nuevo acceso de cooperación, que podría estar listo para marzo del 2021.

La responsable en asuntos de Finanzas del Partido Laborista, Anneliese Dodds, advierte que el acuerdo “no es el que prometió” el gobierno. “Hay muchas áreas de nuestra economía, por ejemplo, los servicios financieros, que emplea a una de cada 14 personas en este país, sobre la que no hay elementos claros en el acuerdo”.