Terrorismo

"No va a quedar aquí", dice la ministra de Perú tras el ataque a las fuerzas armadas

En la agresión terrorista del remanente de Sendero Luminoso murió un militar y tres fueron heridos

Soldados del Ejército de Perú.

Soldados del Ejército de Perú. / EP

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La ministra de Defensa de Perú, Nuria Esparch, afirmó este martes que "no va a quedar aquí" la muerte del marino que falleció el lunes durante el último ataque del remanente de Sendero Luminoso a las fuerzas armadas, según informa EFE.

"Hemos iniciado acciones para encontrar a los responsables", aseguró Esparch tras visitar junto a la primera ministra, Violeta Bermúdez, a los otros tres marinos que resultaron heridos en la misma emboscada y que actualmente se encuentran estables en el Centro Médico Naval.

El ataque se produjo contra un convoy de tres aerodeslizadores en el Valle de los Ríos Apurímac, Ene y Mantaro (VRAEM), el reducto del remanente del grupo terrorista Sendero Luminoso y su vez la mayor cuenca cocalera de Perú, donde se origina buena parte de la cocaína que produce el país, segundo productor mundial de esta droga.

En esta zona dominada por el narcotráfico, las autoridades peruanas aseguran que el remanente terrorista, que se hace llamar el Militarizado Partido Comunista del Perú (MPCP), actúa en connivencia con los narcotraficantes, a los que presuntamente brindan seguridad en el transporte de la droga a cambio de financiación.

La ministra consideró que el ataque fue "una venganza" por los últimos operativos antidrogas realizados en el VRAEM por la Policía y las fuerzas armadas que en las últimas cinco semanas han decomisado alrededor de una tonelada de "sustancias cocaínicas".

Asimismo, destacó el tipo de armamento utilizado por los subversivos en este ataque, pues en un vídeo grabado desde el teléfono móvil de un testigo se aprecia una ametralladora de gran calibre que acribilla con varias ráfagas a los aerodeslizadores que navegaban por el río Apurímac.

"Esto significa que el 'narcoterrorismo' se está armando, pero estamos preparados para combatir", apuntó Esparch, que junto a otras autoridades también recibió el cuerpo del oficial de la Armada Gustavo Valladares en la base aérea militar del aeropuerto de Lima.

En el acto también estuvo el presidente de Perú, Francisco Sagasti, quien en la víspera ya condenó el atentado y manifestó sus condolencias a la familia de la víctima.

Este atentado ocurrió menos de dos meses después de que otra emboscada del remanente de Sendero Luminoso se cobrara la vida de un policía y un soldado del Ejército del Perú, además de dejar heridos a otros cinco integrantes de la misma patrulla, que fue sorprendida por minas colocadas por los presuntos terroristas.

Rezago del conflicto interno

El VRAEM es el último escenario activo del sanguinario conflicto armado interno (1980-2000) desatado en Perú por el grupo maoísta Sendero Luminoso y el marxista Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA), que causó unos 69.000 muertos, según el informe final de la Comisión de la Verdad y la Reconciliación (CVR).

Además de servir de escondite de los subversivos, el VRAEM es la principal cuenca cocalera de Perú, donde está la mitad de las más de 50.000 hectáreas de cultivos ilícitos de hoja de coca que existen en el país, y que producen el 70% de las 411 toneladas de cocaína que se estima que se exportan anualmente desde Perú.

Se trata de una amplia zona de selva montañosa y escarpada en la vertiente oriental de los Andes que abarca parcialmente hasta cuatro regiones del territorio peruano.

Los últimos de Sendero

El autodenominado MPCP está liderado por los hermanos Víctor y Jorge Quispe Palomino ("camarada José" y "camarada Raúl", respectivamente), sin que las autoridades conozcan con exactitud cuántos hombres tienen bajo su mando, aunque se estima que son entre uno y dos centenares.

Estos cabecillas se hicieron con el control de Sendero Luminoso en el VRAEM a fines de los años 90, cuando toda la cúpula de la organización fue capturada.

Sin embargo, el fundador de Sendero, Abimael Guzmán, que cumple cadena perpetúa en una base naval, no los reconoce como tales y ellos no siguen órdenes del apodado "presidente Gonzalo".

No obstante, antes de la captura de Guzmán en 1992, los dos hermanos participaron en varios actos criminales de Sendero en su sanguinaria cruzada por imitar la guerra popular de China e instalar en Perú un régimen maoísta.