Un divorcio complicado

Bruselas y Londres encaran las "últimas horas" del Brexit estancados con la pesca

El negociador europeo, Michel Barnier, dice que es "la hora de la verdad" y que "hay posibilidades de acuerdo" aunque el "camino es estrecho"

El negociador europeo para el Brexit, Michel Barnier, en el Parlamento Europeo en Bruselas.

El negociador europeo para el Brexit, Michel Barnier, en el Parlamento Europeo en Bruselas. / OLIVIER HOSLET / REUTERS

Silvia Martinez

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"Es la hora la verdad. Nos queda muy poco tiempo útil en esta negociación, unas horas, si queremos que (el acuerdo entre el Reino Unido y la Unión Europea) entre en vigor el 1 de enero". Es el mensaje que ha lanzado este viernes el negociador europeo, Michel Barnier, ante el pleno del Parlamento Europeo a donde ha acudido a hacer balance de unas negociaciones que han entrado en su recta final. Este viernes los equipos negociadores de Londres y Bruselas han vuelto a reunirse para realizar el “último intento” e intentar desbloquear los escollos que todavía persisten, y particularmente encontrar una solución al capítulo de la pesca.

Las palabras de Barnier llegan apenas 12 horas después de una nueva conversación telefónica entre la presidenta de la Comisión Eurpea Úrsula von der Leyen y el primer ministro británico, Boris Johnson. Una breve llamada que sirvió para constatar la existencia de diferencias, particularmente sobre la pesca. “Superarlo será muy desafiante”, dijo en un comunicado la dirigente. Johnson fue más lejos en su análisis y concluyó que parece “muy probable” que no haya acuerdo "a menos que la UE cambie sustancialmente de posición".

Aunque ha habido "progresos importantes" en las últimas semanas y días, y el 95% de las disposiciones ya están acordadas tras solo nueve meses de negociaciones, un tiempo récord para los estándares habituales de las negociaciones comerciales con terceros países, Barnier ha reiterado que todo pacto sobre la relación futura es un "conjunto coherente" y que no habrá fumata blanca "hasta que no haya acuerdo sobre todo".

Y eso significa, a ojos del político francés, una cooperación económica y comercial ambiciosa pero también justa y equitativa. “Tiene que basarse en igualdad de condiciones, en una competencia justa. Normas leales y exigencias en materia medioambiental, social y climática. Si el Reino Unido soberano desea en el futuro alejarse de esa vía es su derecho pero eso necesariamente tendrá consecuencias a la hora de acceder a nuestro mercado sin aranceles y sin cuotas”, ha recordado ante un Parlamento Europeo que ha fijado este domingo 20 de diciembre a medianoche como plazo límite para dar su consentimiento en un pleno extraordinario antes del 31 de diciembre.

La pesca, el gran escollo

Además de una competencia justa entre ambos bloques el gran escollo pendiente sigue siendo la pesca. "El Reino Unido quiere recuperar su soberanía en materia de pesca, controlar el acceso a sus aguas. Lo aceptamos y lo respetamos", ha explicado Barnier. “Pero si el Reino Unido, tras un periodo de transición creíble y suficiente quiere poder cortar el acceso a las aguas para los pescadores europeos en cualquier momento, la Unión Europea tiene que tener derecho soberano para contestar esa medida ajustando su mercado”, ha avisado el político francés sobre uno de los grandes problemas que impiden el acuerdo.

“No sería ni justo ni aceptable que los pescadores europeos no tengan en aguas británicas unos derechos transitorios mientras que el resto del acuerdo, sobre todo para las empresas británicas, se queda en una situación estable”, ha añadido subrayando que es aquí donde se encuentra una de las grandes dificultades de la negociación. "La posibilidad de un acuerdo está ahí pero el camino es muy estrecho", ha insistido concluyendo que “en estos momentos, y con toda franqueza, no puedo asegurar cual será el resultado de esta ultima fase de la negociación”. Por eso, ha reiterado, la UE debe prepararse “para todos los escenarios posibles, incluido el no acuerdo” antes del 31 de diciembre, fecha en la que expira el período transitorio y el Reino Unido dejará de formar parte de la unión aduanera y el mercado interior.

A la espera de concesiones

Johnson calificó el viernes de "difícil", el estado de las negociaciones y dijo esperar concesiones de Bruselas. "Nuestra puerta está abierta y vamos a continuar discutiendo", declaró el primer ministro a los reporteros durante una visita al norte de Inglaterra. "Tengo que decir que la situación parece dificil. Hay diferencias que resolver. Nosotros hemos hecho mucho y espero que nuestros amigos de la UE vendrán a la mesa con algo". Para Londres, las exigencias comunitarias relacionadas con la pesca no son "razonables". Según la revista Spectator, Johnson y von der Leyen tienen previsto volver a hablar de nuevo a lo largo del fin de semana.