Manifiesto

Más de 300 personalidades reclaman que deje de instrumentalizarse el antisemitismo en favor de Israel

Exigen una solución al conflicto palestino-israelí basada en el cumplimiento de la legalidad internacional y el respeto a los derechos humano

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, en una rueda de prensa.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, en una rueda de prensa. / periodico

El Periódico

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Un manifiesto firmado por 326 personalidades del ámbito académico, cultural y periodístico de habla hispana o portuguesa reclama que deje de instrumentalizarse políticamente el antisemitismo en favor de los intereses de Israel. En un llamamiento directo a instituciones y sociedad civil, los firmantes exigen una "solución al conflicto palestino-israelí basada en el cumplimiento de la legalidad internacional, el respeto a los derechos humanos, la denuncia del racismo y la igualdad entre los actuales habitantes de la Palestina histórica".

El documento muestra su disconformidad con la definición de 'antisemitismo" realizada en 2016 por la Alianza Internacional para el Recuerdo del Holocausto (IHRA). Según los firmantes, "tiene un sesgo que busca criminalizar la solidaridad con el pueblo palestino y contribuye a reforzar el antisemitismo que dice querer combatir".

En su opinión, la IHRA incluye en sus ejemplos de antisemitismo las posturas críticas con el sionismo y el Estado de Israel. "La mayoría de los judíos del mundo no son israelíes, sino ciudadanos de sus respectivos países" y el sionismo, ideología que califican de "racista", "no es más que una opción política entre otras, que ha tenido entre sus mayores críticos a personas que también se reconocen como judías".

Los firmantes del manifiesto, titulado 'El antisemitismo es racismo y el antisionismo es anticolonialismo', censuran también que se criminalice la solidaridad con Palestina y la campaña de Boicot, Desinversiones y Sanciones (BDS) y ponen en entredicho la consideración de Israel "como Estado democrático cuando una gran parte de las personas que se encuentran de facto bajo su jurisdicción tienen derechos de ciudadanía limitados o carecen de ellos".