Estados Unidos

Biden selecciona a un general retirado negro para dirigir el Pentágono

Lloyd Austin, que lideró el Mando Central con Obama, necesita la confirmación del Senado

Algunos demócratas muestran reticencias y preferirían un civil como secretario de Defensa

Lloyd Austin, en una imagen de 2014.

Lloyd Austin, en una imagen de 2014. / Reuters

Idoya Noain

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Joe Biden, el presidente electo de Estados Unidos, prometió configurar “el gabinete más diverso en cuestión de raza y género” de la historia del país y la última pieza en su plan para cumplir esa promesa es Lloyd Austin, un general de cuatro estrellas retirado que el demócrata planea nominar como secretario de Defensa y que sería el primer negro al frente del Pentágono. Fuentes anónimas han avanzado a medios estadounidenses una elección que se oficializará el viernes y que, pese al hito que representaría en términos raciales, también despierta reticencias, incluso entre demócratas, por el hecho de que sea un militar de carrera y no un civil quien dirija Defensa.

Austin es un militar reputado y respetado. Pasó 41 de sus 67 años en uniforme y ya ha roto con anterioridad techos de cristal en las Fuerzas Armadas, donde aunque un 43% de los 1.3 millones de soldados en activo son de minorías raciales, esas minorías están enormemente infrarrepresentadas en las posiciones de mando. Entre 2013 y 2016, con Barack Obama en la presidencia, fue el primer y por ahora único negro al frente del Mando Central, que dirige operaciones de combate.

La filtración sobre la selección de Austin, que como todos los cargos de gabinete tendrá que ser confirmado por el Senado, llegaba en vísperas de una reunión que Biden mantenía este martes con líderes la Asociación Nacional para el Avance de la Gente de Color (NAACP por sus siglas en inglés), uno de los grupos que están reclamando al demócrata que devuelva “la prioridad de los derechos civiles” a la Administración. Y el martes también Biden anunciaba públicamente la composición de su equipo para todo lo vinculado con cuestiones sanitarias, incluyendo la selección como secretario de Sanidad de Xavier Becerra, un latino, el segundo al que elige para una cartera tras optar por Alejandro Mayorkas para Seguridad Nacional.

Debate sobre liderazgo civil

La selección de Austin plantea retos que nada tienen que ver con la raza y ya reaviva el debate sobre si militares de carrera como él deben ponerse al frente del Pentágono, para el que la ley de Seguridad Nacional de 1947 diseñó un liderazgo civil.

Aquella norma estipuló que debían haber pasado al menos 10 años desde que un militar colgaba el uniforme hasta que podía optar a la Secretaría de Defensa, un plazo que en 2008 se recortó a siete años. Y aunque ya en dos ocasiones anteriores el Congreso ha autorizado excepciones para nombrar a secretarios de Defensa (con George Marshall en la Administración de Harry Truman 1950 y con Jim Mattis en la de Donald Trump) no está claro que haya apetito para volver a hacerlo. De hecho, algunos congresistas demócratas ya han mostrado reparos.

La representante Elissa Slotkin, que fue analista de la CIA y tuvo un alto cargo en funciones en Defensa, ha escrito un hilo en Twitter mostrando “gran respeto “ por el general Austin y por su “increíble carrera” pero también recordando que el puesto de secretario de Defensa se creó con intención de dar supervisión civil al estamento militar y apuntando también a que, tras los cuatro años de presidencia de Donald Trump, “las relaciones civiles-militares en el Pentágono definitivamente necesitan reequilibrarse”.

También este martes en 'The New York Times' Jim Golby, exmilitar que ha asesorado tanto a Biden como al vicepresidente saliente Mike Pence, ha escrito un artículo de opinión contra la elección de Austin. “Incluso si un general retirado como Mattis fue la persona adecuada para la era Trump, esa era ha terminado”, ha escrito Golby, que recuerda que el papel de los militares al frente del Pentágono debe ser excepcional. “Tras cuatro años tumultuosos necesitamos liderazgo civil y un regreso a la normalidad”, ha escrito.

En la junta de Raytheon

A Biden, según la prensa estadounidense, le gusta el perfil públicamente bajo que durante su tiempo en las Fuerzas Armadas mantuvo Austin y en un nivel más personal admira su relación con las familias de militares fallecidos y su comprensión del coste humano de la guerra. En el historial del antiguo general, no obstante, hay elementos controvertidos. Se ha sentado hasta ahora en la junta directiva de Raytheon Technologies, empresa vinculada a la fabricación de bombas que se usan en Yemen y que ha hecho lobi en contra de limitar la venta de armamentos a la coalición liderada por Arabia Saudí que ahora dirige la guerra abierta durante la Administración de Obama.