CAMBIOS EN LA EXCOLONIA

Dimisión en bloque de los diputados prodemocracia de Hong Kong tras la expulsión de cuatro compañeros

Una nueva normativa china provoca la destitución de cuatro diputados opositores de Hong Kong

Una nueva normativa china provoca la destitución de cuatro diputados opositores de Hong Kong. / periodico

Adrián Foncillas

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Los diputados prodemocracia de Hong Kong han anunciado que van a dimitir tras la expulsión de cuatro de sus compañeros por decisión de las autoridades locales, a las que China dio poder para expulsar políticos que representen una amenaza para la seguridad nacional.

"Nosotros, el campo prodemocracia, apoyamos a nuestros compañeros que han sido descalificados. Dimitiremos en bloque", dijo Wu Chi-wai, representante de los 15 diputados prodemocracia del Parlamento local.

Cuatro legisladores de la oposición han sido descalificados en el Parlamento hongkonés en una maniobra fulminante y bien engrasada que cuestiona la autogestión política de la excolonia y los márgenes de actuación de los contrarios a Pekín. La operación fue ejecutada con diligencia. A la hora del desayuno informaba Xinhua, la agencia de noticias oficial, de una regulación aprobada por el Comité Permanente del Congreso Nacional del Pueblo, el máximo órgano legislativo nacional, que posibilitaba la descalificación de los parlamentarios hongkoneses. Y a la hora del almuerzo, el Gobierno isleño ya les había enseñado la puerta.

Los expulsados son Alvin Yeung, Kwok Ka-ki y Dennis Kwok, del Civic Party, y Kenneth Leung, de la formación Professionals Guild. A los cuatro se les había prohibido presentarse a las elecciones que debían haberse celebrado este año y que fueron pospuestas por el coronavirus. Se les permitió, sin embargo, conservar sus sillas en el Legco -Parlamento hongkonés-. Hasta hoy.

La nueva resolución permite la descalificación, sin necesidad de farragosos trámites judiciales, de los parlamentarios que apoyen la independencia, nieguen la soberanía china, amenacen la seguridad nacional o pidan la intervención de fuerzas extranjeras. Los cuatro habían solicitado a Estados Unidos que sancionara a los líderes políticos de Hong Kong y el interior. Li Zhanshu, presidente del legislativo, defendió la ley por "apropiada" y "necesaria" para proteger la seguridad, soberanía y desarrollo.

La sombra de Xiaoping

La oficina china en Hong Kong aludió a Deng Xiaoping, recordando que el arquitecto de las reformas e ideólogo de la fórmula "un país dos sistemas" dejó dicho que el principio que permite el autogobierno hongkonés tiene sus límites en la presencia de antipatriotas en las instituciones. La cita de Deng no es casual. La crisis actual ha dinamitado la brillante obra con la que posibilitó décadas atrás el encaje de un cuerpo extraño en el magma chino. La matutina regulación dictada por Pekín para echar a parlamentarios hongkoneses es otro mojón, según los críticos, en el camino que terminará con las libertades aseguradas por Deng.

La ley ha generado las previsibles posturas enfrentadas. La jefa ejecutiva, Carrie Lam, ha recordado que el máximo órgano del legislativo chino es competente para interpretar y monitorizar el cumplimiento de la Ley Básica o mini constitución de la excolonia. Los exparlamentarios han expresado su desazón. "La fórmula un país, dos sistemas ya no existe. El que haya tomado esta decisión tendrá que responder ante la historia y cada uno de los hongkoneses", ha dicho Kwok Ka-Ki. "Hoy es un día triste pero también glorioso para todos. Nosotros nos vamos pero habrá más hongkoneses con aspiraciones, fuerza, esperanza y valores que nos relevarán", ha añadido Leung. "Si la lucha por la democracia y los derechos humanos conducen a la descalificación, entonces me siento honrado", ha terminado Dennis Kwok.

El escenario hongkonés ha cambiado tras la aprobación en junio de la Ley de Seguridad Nacional, que castiga delitos como la subversión, el separatismo, el terrorismo o la injerencia extranjera. Para unos ha acabado con los episodios de anarquía y las protestas violentas que habían devastado la economía y la paz social durante el año anterior. Para otros, ha devastado la singularidad hongkonesa.