MODIFICACIÓN DEL 'OBAMACARE'

El Supremo da señales de que dejará sobrevivir la reforma sanitaria de Obama

Un manifestante muestra un cartel frente al Supremo.

Un manifestante muestra un cartel frente al Supremo. / periodico

Idoya Noain

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Por más que Donald Trump haya conseguido instalar a tres jueces conservadores en el Tribunal Supremo y solidificado una contundente mayoría 6-3, el alto tribunal puede no ser su pleno aliado, al menos en uno de los empeños del presidente y del Partido Republicano: tumbar la ley de cuidado accesible, la reforma sanitaria popularmente conocida como 'Obamacare'. Este martes, en una vista de dos horas en un caso planteado por republicanos contra esa norma, el presidente conservador del Supremo, John Roberts, y Brett Kavanaugh, uno de los jueces nombrados por Trump, han dado señales de que se aliarán con los magistrados progresistas para dejarla sobrevivir.

El reto al 'Obamacare' ha sido una constante de los republicanos desde que se aprobó en el 2010. Trump hizo campaña en el 2016 prometiendo, como llevaba años haciendo el partido, derogarla y reemplazarla, aunque sin ofrecer un plan concreto sobre con qué sustituirla. En el 2017 ya lograron en el Congreso despojarla del<strong> "mandato individual"</strong> que imponía una multa a quien no estuviera asegurado. Y no han cejado en su empeño de desarticularla, aunque el vacío de alternativas amenace con poner en peligro la salud de millones y con sumir en el caos a un sector que representa una sexta parte de la economía de EEUU.

En medio de una pandemia

El empeño republicano se ha mantenido incluso en medio de la pandemia de coronavirus, cuando los contagios han subido el 8,6% la última semana y solo el lunes se detectaron 118.000 nuevos casos. Y llega pese a que tumbar ahora 'Obamacare' podría dejar a 20 millones de personas más sin seguro en Estados Unidos, elevando un 70% la cifra actual de no asegurados. Entre los que lo perderían están 12 millones de personas de bajos ingresos, que entraron en la cobertura pública cuando ''Obamacare'' expandió el programa de Medicaid.

Tumbar la compleja ley tendría, no obstante, muchas más consecuencias. 'Obamacare' impidió a las aseguradoras, por ejemplo, rechazar o cobrar más a quienes habían tenido problemas médicos previos, pero sin la ley las pólizas podrían volver a negarse o encarecerse. Y entre los afectados (hasta 135 millones de personas según cálculos del Center for American Progress) estarían quienes han pasado el covid-19,  más de 10 millones de estadounidenses.

Bajo la guillotina quedarían también desde colonoscopias y control de natalidad gratuitos hasta precios rebajados y controlados de medicamentos para mayores o el plazo que se ha dado hasta los 26 años para mantenerse en los seguros de progenitores.

Tercer caso en el Supremo

El Supremo, gracias al voto de Roberts con los progresistas, ya ha mantenido ante dos casos previos la constitucionalidad y vigencia de 'Obamacare', en uno de ellos identificando el mandato individual como un impuesto. Y este martes escuchaba los argumentos sobre otro caso que nació a partir del momento en que los republicanos consiguieron eliminar ese mandato en la práctica. Lo hicieron en la reforma fiscal de Trump, en la que redujeron a cero dólares la multa que se imponía a quien no se aseguraba.

Un total de 18 fiscales generales de estados gobernados por republicanos apoyados por abogados de la Administración Trump (donde el Departamento de Justicia ha dejado de defender una ley nacional) alegaron a partir de ese momento que ahora que el mandato no conlleva multa ya no puede ser tratado como un impuesto. Defienden que por ello ha dejado de ser constitucional y sugieren que si esa parte de 'Obamacare' lo es también lo es toda la ley.

En la presentación de argumentos de este martes, que como es norma por la pandemia se hacen virtualmente, Roberts y Kavanaugh han mostrado escepticismo sobre varios de los argumentos planteados por los republicanos. Y aunque la decisión del Supremo no se espera hasta la primavera del 2021, sus intervenciones sugieren que rechazarán la idea de que anular una parte de la ley obligue a anularla toda.

La sesión de este martes ha centrado buena parte de la atención del país. Es el primer gran caso en el que ya sirve en el alto tribunal Amy Coney Barrett, la magistrada conservadora seleccionada por Trump, que en el pasado ha mostrado su rechazo a 'Obamacare'.

También a la defensa de ''Obamacare'' han dedicado una comparecencia ante la prensa el presidente electo Joe Biden, y la vicepresidenta electa, Kamala Harris, que en su programa han planteado ampliar la reforma de Obama sumándole una iniciativa de seguros públicos. Biden ha denunciado el caso de los republicanos como uno de "los ideólogos de extrema derecha", ha recordado los fuertes porcentajes de apoyo que tiene 'Obamacare' entre los ciudadanos de EEUU y ha asegurado que el acceso a la salud "no necesita ser un tema partidista,  es un tema humano". Harris, por su parte, ha recordado horrores previos a 'Obamacare' (como que el embarazo se considerara problema médico o que las pólizas fueran más caras para mujeres solo por el hecho de serlo) y ha asegurado que anular la ley "nos llevaría hacia atrás".