CITA CON LAS URNAS

El partido de San Suu Kyi se arroga la victoria en las elecciones de Birmania

Los rohinyás, minoría musulmana perseguida en el país, han sido excluidos de la votación

Seguidores de la líder bimana Aung San Suu Kyi celebran la victoria en Rangun.

Seguidores de la líder bimana Aung San Suu Kyi celebran la victoria en Rangun. / periodico

Reuters

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El <strong>partido gobernante de Birmania</strong>, encabezado por <strong>Aung San Suu Lyi</strong>, <strong>se ha arrogado</strong> la <strong>victoria</strong> en las elecciones celebradas el domingo al anunciar que ha ganado suficientes escaños en el Parlamento para formar el próximo gobierno. Sin embargo, la junta electoral todavía no se ha pronunciado sobre los resultados de las segundas elecciones generales del país desde el fin del régimen militar.

El portavoz del partido, Myo Nyunt, dijo a Reuters que informes internos mostraban que la Liga Nacional para la Democracia (LND), liderada por Aung San Suu Kyi, había ganado los 322 escaños necesarios en el Parlamento sin pronunciamiento de la junta electoral.

Los birmanos han podido elegir entre 93 partidos y, aunque los resultados oficiales tardarán varios días en ser conocidos, pocos tienen dudas de que, al igual que en los comicios del 2015, el vencedor será la LND, encabezada por la premio nobel de la paz, Aung San Suu Kyi.

A sus 75 años Suu Kyi, había votado ya el pasado 29 de octubre, al igual que numerosos mayores de sesenta años a los que se dio la oportunidad de dar su voto por anticipado para evitar contagios del coronavirus.

Suu Kyi gobierna con el cargo de consejera de Estado, diseñado expresamente para sortear un artículo de la Constitución -aprobada en el 2008 por los uniformados-, que veda la presidencia a quienes tengan parientes inmediatos extranjeros, lo que es su caso, ya que sus dos hijos tienen la nacionalidad británica.

Los grandes excluidos

Los grandes excluidos de estas elecciones han sido los rohinyás, a los que en su mayor parte el Gobierno arrebató la ciudadanía a principios de los noventa y ha sometido durante décadas a un régimen de discriminación por considerarlos inmigrantes ilegales de Bangladés, a pesar de haber vivido en el país por generaciones. La represión contra los rohinyás forzó a un éxodo masivo hacia el país vecinos.

Los rohinyás, predominantemente musulmanes en un país de mayoría budista, ya no pudieron votar en las elecciones del 2015, y en esta ocasión tampoco pudieron, mientras que las autoridades rechazaron las candidaturas de cinco de ellos, miembros del Partido para la Democracia y los Derechos Humanos (PDDH).

"La exclusión de los rohinyás en las elecciones es una prueba evidente de discriminación, supresión y apartheid. Por lo tanto, no es posible reconocer las elecciones en Birmania como libres, justas, inclusivas y creíbles", denunció el PDDH en un comunicado emitido durante la jornada electoral.