CRISIS SANITARIA

Portugal se prepara para un estado de emergencia inminente

Una mujer se dispone a subir a un tranvía en el centro de Lisboa, el pasado 31 de octubre.

Una mujer se dispone a subir a un tranvía en el centro de Lisboa, el pasado 31 de octubre. / periodico

Lucas Font

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El primer ministro portugués, António Costa, tendrá finalmente lo que quería: un marco jurídico que le permita aplicar nuevas restricciones sin batallas legales. La aprobación del estado de emergencia este viernes en el Parlamento da vía libre al Ejecutivo para decretar toques de queda en las zonas más afectadas por la pandemia intervenir la sanidad privada ante la alta ocupación hospitalaria, que supera el 90% en el norte y en la región de Lisboa. El Gobierno podrá también movilizar a trabajadores del sector público y privado para realizar tareas de rastreo y aplicar tests y controles de temperatura obligatorios.

El nuevo nivel de alerta entrará en vigor el próximo lunes por un plazo de 15 días gracias al apoyo del principal partido de la oposición, el conservador PSD, aunque Costa ya ha adelantado su intención de mantenerlo por más tiempo. "Podría durar hasta el final de la pandemia", ha asegurado el primer ministro en una entrevista a la radio pública este viernes. La intención del Ejecutivo es contar con el apoyo legal del estado de emergencia y adaptar las medidas a la evolución de la pandemia. "Pueden ser medidas que duren un fin de semana, como en el pasado, y luego desaparecer. Hay cobertura legal para que sean adoptadas en los momentos necesarios", ha explicado Costa.

Daño a la economía

Tanto el primer ministro como el presidente de la República, Marcelo Rebelo de Sousa, han insistido en los últimos días en la necesidad de aplicar las restricciones justas para perjudicar lo menos posible a la economía. Costa ha reconocido que existe un cansancio generalizado que genera "tensión", pero ha pedido un esfuerzo a la ciudadanía. "No vale la pena vacilar. Hasta que no haya una vacuna, tenemos que trabajar para contener la pandemia, pero al mismo tiempo tenemos que apoyar a las empresas y a las familias". El Gobierno ha anunciado esta semana un nuevo paquete de ayudas para las empresas de 1.550 millones de euros, entre líneas de crédito y subsidios a fondo perdido.

Las nuevas restricciones se sumarán a las limitaciones en los horarios de comercios y hostelería que ya entraron en vigor el pasado miércoles. Unas medidas que han generado incertidumbre entre los propietarios de los establecimientos, quienes muestran sus dudas de que sean realmente efectivas. La patronal de la hostelería ha presentado esta semana un programa de 10 propuestas -entre las que se incluyen reducciones al IVA o mayor flexibilidad para acceder a los ERTE- con la vista puesta en los próximos meses, que se anticipan difíciles para el sector.

Prudencia cara a la Navidad

El primer ministro ha querido ser prudente a la hora de anticipar nuevas medidas cara a la Navidad, pero no ha descartado ningún escenario. "Tenemos que crear las condiciones para vivir la Navidad con la mayor normalidad posible. Depende mucho de lo que hagamos hoy", ha asegurado Costa. El principal temor está en posibles brotes en reuniones familiares a principios de diciembre, aprovechando que hay varios días festivos en esas fechas. 

Las autoridades sanitarias están pendientes de la efectividad de las nuevas medidas para valorar la situación, aunque por ahora el número de contagios diarios sigue aumentando en el país. Este viernes se ha registrado la segunda peor cifra desde que comenzó la pandemia, con 5.550 nuevos casos, aunque de facto se trata de un nuevo récord, ya que el máximo del pasado miércoles -7.497 contagios- incluía más de 3.000 positivos que no fueron notificados en días anteriores. También han alcanzado un nuevo máximo las hospitalizaciones, tanto en planta como en las ucis.