Pandemia global

Restauradores italianos desplegan sus manteles para protestar por el cierre debido al covid

El sector lamenta la restrictiva medida aprobada por el Gobierno de cerrar a las 16.00 horas

Protesta de restauradores en Nápoles por la orden de cerrar a las 18.00 horas.

Protesta de restauradores en Nápoles por la orden de cerrar a las 18.00 horas. / periodico

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Un centenar de manifestantes del sector de la restauración ha desplegado sus manteles en el suelo frente al Panteón de Roma para protestar por las medidas del Gobierno italiano que ordenan el cierre de bares y restaurantes a las 18.00 horas. Las protestas se han extendido a otras ciudades, como Nápoles y Turín.

Ocho manteles blancos, dispuestos con platos y copas, y separados entre ellos de acuerdo a la distancia de seguridad, simbolizaron frente a la iglesia más antigua de Roma los restaurantes vacíos a causa de las nuevas medidas anti-covid, mientras manifestantes vestidos de chefs portaban pancartas.

"Cuando un cocinero monta la mesa en el suelo quiere decir que no tiene otro sitio donde ponerla", cuenta a Efe Alessandro, un trabajador de un restaurante.

El sector cree que el cierre a las 18.00 horas difiere poco de su cierre total, ya que mucha gente acude a estos establecimientos al salir del trabajo y, por tanto, después de esta hora. "Estamos de rodillas", cuenta Giussepe, otro jefe de cocinas que califica como "farsa" las nuevas medidas del gobierno.

"¿Cúal es la alternativa?"

"¿Cuál es la alternativa?", repite al preguntársele por otras medidas útiles. "Todos nuestros locales ya mantienen el distanciamiento social, ya están higienizados, son totalmente seguros", lamenta el chef ante los gastos para adaptarse a las medidas anti-COVID que, dice, parecen haber acometido inútilmente.

Entre los manteles apareció poco después un trompetista que tocó una marcha fúnebre mientras los manifestantes guardaban silencio por su sector, manteniendo la distancia de seguridad y siempre con mascarilla.

La manifestación transcurrió pacíficamente, y el presidente de la FIPE (Federación Italiana de Empresas Públicas) leyó un manifiesto en el que señaló que 300.000 puestos de trabajo están en riesgo a causa de esta situación en el sector y que este cierre anticipado "lo pagará caro todo el país".

"Somos la razón primaria para el turismo y el motivo por el que muchos vuelven a nuestro país", explicó a la prensa. El portavoz recordó el silencio que ha caracterizado la manifestación, como parte también de su reconocimiento a los fallecidos por la pandemia.

Similares manifestaciones del sector de la restauración han tenido lugar hoy en plazas de distintas ciudades del país, desde Nápoles Turín pasando por Bari.