Huelga general en Bielorrusia para exigir la marcha de Lukashenko

Miles de estudiantes desfilando por las calles, decenas de detenciones, paros en empresas públicas... Bielorrusia ha vivido este lunes el inicio de una huelga general indefinida convocada por la líder opositora Svetlana Tikhanóvskaya para exigir al presidente Aleksándr Lukashenko que abandone el poder. El seguimiento del paro en los próximos días constituirá todo un test de la capacidad de convocatoria del movimiento contestatario bielorruso, que sigue saliendo multitudinarimente a la calle, domingo tras domingo, para denunciar el "fraude electoral" en las elecciones presidenciales celebradas en agosto pasado. 

"El régimen ha demostrado de nuevo a los bielorrusos que la fuerza es la única cosa que es capaz de hacer", había proclamado Tikhanóvkaya. "Es por esta razón que mañama, (por hoy), una huelga nacional dará inicio", había continuado. Aunque aún es pronto para valorar el impacto de la convocatoria, en Minsk muchos cafés y restaurantes en el centro de la ciudad habían amanecido cerrados, siguiendo las consignas opositoras. Entre 2.000 y 3.000 estudiantes desfilaron por las calles durante la mañana enarbolando banderas blanquirrojas, la insignia del movimiento disidente.

Primera jornada de protesta

El portal de noticias Tut.by, próximo a la oposición, ha venido mostrando puntualmente en su página web imágenes de la primera jornada de protesta. Durante la mañana, difundió los actos que llevaban a cabo trabajadores de empresas públicas, cantando eslóganes y emprendiendo acciones de solidaridad, en particular en Grodnoazot, una empresa química en el oeste del país. Ya al caer la noche, se hizo eco de las carreras y detenciones que estaban teniendo lugar en este momento en el centro de Minsk, concretamente en la plaza de Octubre, mientras los coches que pasaban por el lugar hacían sonar sus cláxones.  En Grodno, en el oeste del país, se había formado una columna de solidaridad en el mismo centro de la localidad, según atestiguaba una fotografía difundida por la misma publicación. 

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El Gobierno, por su parte, ha subrayado a través de sus portavoces que el paro convocado no se había hecho notar en ningún momento y que las empresas públicas funcionaban con completa normalidad. Algunos líderes sindicales han denunciado que los trabajadores sufren enormes presiones de sus directivos para evitar que secunden las huelgas y las acciones opositoras. La oenegé de derechos humanos Vesna-96 ha informado que al menos 150 personas han sido arrestadas por la policía durante este lunes.  

Pese a que la atención de la prensa internacional en los sucesos de Bielorrusia ha remitido en las últimas semanas, las protestas han continuado en las principales ciudades de la pequeña república exsoviética. Las marchas convocadas cada fin de semana han seguido congregando a decenas de miles de personas, pese a la actuación, cada vez más agresiva, de las fuerzas del orden. Las autoridades han llegado a advertir a los manifestantes que si no desistían en su intento, emplearían "munición real", una amenaza que no parece haber hecho mella entre ellos.