Crisis sanitaria

Italia cerrará bares y restaurantes a las 18 horas para frenar el repunte de covid

El Gobierno ordena el cierre de teatros, gimnasios y asociaciones culturales

Un grupo de turistas en la Fontana de Trevi Fountain, en Roma.

Un grupo de turistas en la Fontana de Trevi Fountain, en Roma. / periodico

El Periódico

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Con cerca 20.000 contagios de coronavirus diarios y con un millar de pacientes en las unidades de cuidados intensivos, el presidente del Gobierno de Italia, Giuseppe Conte, ha decidido tomar medidas más restrictivas y, desde mañana lunes,  bares y restaurantes cerrarán a las 18.00 horas. El objetivo, explicó Conte en una rueda de prensa, es "mantener bajo control la curva epidemiológica" y "evitar un segundo bloqueo generalizado", que tendría graves efectos en la economía nacional.

"No hemos introducido un toque de queda", aclaró Conte, quien instó a las personas a reducir los viajes tanto como sea posible y a no ir a casas de otras personas. Conte concluyó la rueda de prensa diciendo que espera que con las nuevas restricciones se pueda afrontar mejor los próximos meses, también de cara a las vacaciones navideñas.

Ante esta situación, Conte firmó un nuevo decreto urgente que impone desde mañana lunes el cierre de piscinasgimnasios, teatros y cines y obliga al cierre a las 18.00 horas a los locales, bares y restaurantes. Tras horas de negociación con las regiones que pretendían obtener ayudas para los propietarios de bares y restaurantes, se llegó a la firma de este nuevo decreto, que tiene validez hasta el 24 de noviembre.

Uso obligatorio de mascarillas

En el nuevo decreto se recuerda el uso obligatorio de mascarillas en todo momento y se recomienda evitar recibir en casa a personas que no sean convivientes.

Aunque se ha evitado el toque de queda nacional, vigente en regiones como Lacio -cuya capital es Roma-, Campania, Sicilia, Calabria y Lombardia, se da la potestad a las regiones de cerrar aquellas áreas donde pueda haber aglomeraciones a partir de las 21.00 horas.

Los restaurantes, bares, pubs, heladerías y pastelerías podrán permanecer abiertos solo de 05.00 a 18.00 horas, pero se les permite abrir domingos y festivos. Por el momento, los restaurantes y bares podrán abrir con estos horarios los domingos y festivos. Se permite solo cuatro personas por mesa si no son del mismo núcleo familiar y la entrega a domicilio hasta 24 horas.

También se prevé el cierre de gimnasios, piscinas y balnearios, así como de centros culturales, centros sociales, centros recreativos y salas de bingo y casinos y parques de atracciones, mientras que quedan abiertos los parques y jardines de juegos para niños.

Cierran también teatros, cines y salas de concierto también al aire libre y se prohibirá todo tipo de organización de eventos y congresos en presencia.

No se permitirá la apertura de las estaciones de esquí, sobre todo después de las imágenes de este sábado con largas filas y personas hacinadas en los remontes.

El Gobierno no decretó la prohibición de desplazarse entre regiones, pero sí "recomienda encarecidamente a todas las personas que no se desplacen, por medios de transporte públicos o privados, a un municipio distinto del de residencia, domicilio o domicilio, salvo por necesidades comprobadas de trabajo o estudio, por motivos de salud".

También introduce nuevas medidas para aplicar la enseñanza a distancia al menos para el 75 % de los alumnos de los cursos de educación secundaria de segundo grado, es decir mayores de 14 años.

Ayudas económicas

Conte aseguró que están ya preparadas las medidas para compensar a los propietarios de actividades que serán penalizados por estas nuevas reglas y que las ayudas "llegarán directamente a las cuentas corrientes bancarias".

Anunció que se suspenderán los pagos de los impuestos para los comerciales en los meses de octubre y noviembre y se cancelará la segunda cuota del impuesto de bienes inmuebles, que vence el 16 de diciembre.

Ante las <strong>protestas</strong>, algunas de carácter violento, que se han producido en ciudades como <strong>Roma y Nápoles</strong>, Conte aseguró que entiende el enfado y la rabia, pero advirtió de que "no puede haber espacio para los profesionales del desorden".